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El director español Pedro Almodóvar se solidarizó con sus compañeros de profesión que el sábado, en la entrega de los Goya, se manifestaron contra una guerra en Irak, postura contraria a la del gobierno español. En una carta publicada en el diario El País, el director de Hable con ella defendió la actuación de la presidenta de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, la actriz Marisa Paredes, en una gala en la que los asistentes lucieron un cartelito en el que se leía “no a la guerra”. Además, los premiados expresaron su oposición a la iniciativa que impulsa el gobierno de EE. UU. y respalda el presidente José María Aznar. “La presidenta y el resto de los premiados y presentadores se hicieron eco de una realidad que está en la calle, e hicieron uso de un derecho esencial: la libertad de expresión”, afirma Almodóvar, quien no asistió a la ceremonia. “Los cómicos queremos la paz y se utilizó el medio más idóneo, la primera cadena de televisión, es decir, la televisión de todos”, agregó el director, en directa alusión al acto de censura que cometió TVE, al armar segmentos que no daban cuenta de las protestas. “En vez de poner el grito en el cielo, el gobierno debería prestar oído a sus ciudadanos que, cada vez en mayor cantidad y de modo inequívoco, se manifiestan en contra de su apoyo a Bush en este maldito asunto”.
Almodóvar no fue el único que se hizo eco de una polémica que no deja de crecer. Ante la actitud del presidente de la Federación de Productores, Eduardo Campoy, quien pidió públicamente la renuncia de Paredes, un homogéneo bloque de actores y realizadores se movilizó ayer a la sede de la Academia para respaldar a la titular de la Academia. “La rubia cabeza de Marisa debe permanecer donde está, presidiendo una Academia que, más que nunca, en lo social y en lo político, expresa la preocupación de la mayoría de españoles”, concluyó Almodóvar.