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En el imaginario colectivo occidental, la cultura egipcia es reconocida básicamente por las pirámides de Keops, símbolos edilicios y cimientos de la fe religiosa de la zona del Nilo, y por los jeroglíficos tallados en piedra que sobrevivieron al paso del tiempo. El resto son leyendas e informaciones, a veces deformadas, trasladadas por el boca a boca. Sin embargo, Egipto fue históricamente mucho más importante, para la ciencia, las religiones, la arqueología y la arquitectura que lo que permite apreciar el habitual vuelo de pájaro sobre sus leyendas y verdades a medias. La señal The History Channel estrenará hoy la primera parte de un documental que se propone contar en cuatro horas la historia de una cultura atrapante, precisando verdades y mitos: “Egipto. Tierra de dioses”. Los cuatro capítulos, que se emitirán durante cuatro días seguidos a las 22, se llaman “Cuna de religiones”, “Santuarios”, “Muerte y renacimiento” y “Entre magos y profetas”.
La distinción de este ciclo, a diferencia de otros de la misma temática, radica en que arranca demostrando de qué modo Egipto fue central en la historia del cristianismo, el judaísmo y la religión musulmana, sin que esos datos revistan demasiado en la historia oficial de estas religiones. En el primer capítulo, “Cuna de religiones”, la investigación se detiene en la cultura del Nilo como pionera en la representación artística de los mitos, en la variedad de su simbología religiosa, en la importancia de los animales en las creencias de la región, en las obras arquitectónicas como símbolos edilicios de las divinidades y en el relato de rituales.
Paralelamente están esbozados los significados de los dioses, algunos de los cuales eran reconocidos por sus atributos positivos: Isis, por ejemplo, representaba a la madre protectora, y Osiris era el dios del mundo subterráneo. Estos dioses eran vistos como arquitectos de un universo ordenado. Esta interpretación se deriva del significado de la doctrina religiosa egipcia, ya que el propósito de esa religión se basaba en el equilibrio cósmico para prevenir el caos. Cuando el cosmos se veía desordenado, los egipcios sabían que podían producirse hambrunas, plagas, inundaciones o guerras. Y el propósito de la religión era precisamente prevenir esas catástrofes.
El primer capítulo explica también los poderes de los faraones, considerados por su cultura como vínculos entre la humanidad y los dioses. Luego de explicar cómo el judaísmo se instaló en Egipto, “Cuna de religiones” analiza cómo fue que se instaló el cristianismo. Es en este punto donde el especial desliza la idea de una serie de similitudes entre la religión egipcia y las enseñanzas cristianas. “La historia egipcia cuenta sobre el dios Osiris, quien murió, fue desmembrado y luego resucitado. Y la historia de Jesús es la de un hombre a quien ejecutan y torturan pero que luego también vuelve a la vida”, dice la investigadora Elaine Pagels de la Universidad de Princeton.
La segunda entrega, “Santuarios”, muestra cómo reyes, sacerdotes y profetas edificaron obras arquitectónicas en honor a sus muertos y a sus dioses. En tanto, “Muerte y renacimiento” avanza sobre la idea de que los egipcios brindaban un verdadero culto a la muerte, ya que creían que después de la vida en la Tierra había otra mejor. Posteriormente esta teoría fue negada, cambiada y validada de acuerdo a los principios de las otras religiones. El cierre del documental, con “Entre magos y profetas”, muestra la cercanía que, a veces, puede producirse entre magia y religión. El capítulo revela algunos secretos místicos del antiguo Egipto para subrayar de qué modo siguen presentes sus ecos en la vida actual en la región. Los historiadores recuerdan de qué modo los egipcios creían que sus problemas podían llegar a solucionarse a través de la intervención divina, lo que para un argentino del 2003 puede sonar, incluso, a un discurso actualizado.