ESPECTáCULOS › EL GRUPO DE MUSICA INFANTIL REPASA UNA DECADA DE EXITOS
Caracachumba está de diez... años
El grupo festeja su aniversario estrenando mañana un espectáculo que incluye temas de sus tres discos y una porción de inéditos.
Por Silvina Friera
Los cuerpos de Florencia Steinhardt y de Itatí Figueroa parecen desmentir su condición de niñas que juegan con las canciones, con las palabras, con los títeres. El muñeco Roque las observa con una mirada entre candorosa y pícara mientras ellas lo besan y lo miman para las fotos. El grupo Caracachumba cumple diez años y sus integrantes se preparan para festejar con un menú apto para el paladar de niños y adultos. Cuando en 1993 estrenaron Se me lengua la traba, comenzaron una búsqueda musical orientada hacia la música popular argentina, española y latinoamericana, pero con el transcurso de los años se fueron apoyando especialmente en una sonoridad rioplatense: tangos, candombes, milongas y murgas. Sin embargo, pronto demostraron que sus espectáculos se resistían a la clasificación de mero recital, por el extremo cuidado en la puesta en escena y por la intención de explorar en otros lenguajes como el teatral, humorístico y coreográfico. En esa mixtura y combinación reside el estilo de esta agrupación, cofundadora del Movimiento de Música para chicos (Momusi), que mañana a las 17 arranca con Caracachumba está de diez en la Casona del Teatro (Av. Corrientes 1975).
“Trabajamos situaciones de humor nuevas en un contexto dramático diferente, con Roque y la gallina como invitados especiales. En cuanto a los temas, habrá versiones remozadas de ‘El ciempiés’, ‘Trabalenguas’, ‘La tapa de la olla’, entre otras de las canciones de nuestros tres discos (Se me lengua la traba, Chumban los parches y Me Río de la Plata), pero con tratamientos innovadores en los arreglos musicales. De yapa, presentamos varios temas inéditos”, comenta Steinhardt, fundadora del grupo, voz y dirección general, a Página/12. “El crecimiento implica mayores riesgos y nuevos desafíos”, señala Figueroa, titiritera que, junto con el muñeco Roque, cumple cinco años como miembro del grupo, conformado, además, por Marina Sauber, Fernando Gedacht y Juan Casasbellas.
Luego del estreno de mañana, todos los sábados y domingos, desde las 17, los chicos podrán zambullirse en los juegos de palabras, los trabalenguas y un universo de sonoridades irreverentes. Para esta ocasión, Caracachumba invitó al músico Rodrigo Quirós, a Leo Dyzen –responsable de la puesta en escena–, Lelia Bamondi, encargada de la realización de objetos y títeres, y la coreógrafa Silvia Vladimivsky. “Nunca estamos tranquilos, siempre pensamos por dónde podemos explorar. En Chumban... cuando salía a bailar la gallina, me moría de ganas de estar arriba del escenario con ella y en este espectáculo, por suerte, me di el gusto, aunque ella baile mejor que yo”, bromea Steinhardt. “No hay una actitud aniñada en las canciones. Las letras tienen un humor que no sólo va dirigido a los chicos, sino que también tienen guiños a la historia de los grandes”, explica Figueroa.
–¿Son conscientes de que después de 10 años hay una generación de chicos que crecieron con sus canciones?
F. S.: –Lo terrible de esta historia es que somos más viejos, pero también pienso lo que significó escuchar para mí a María Elena Walsh, que marcó mi vida de niña. Si conseguí, al menos, hacer en algún chico lo que Walsh hizo en mí... ¡Dios mío!, tengo la sensación de que no soy merecedora de tanta responsabilidad. Uno espera que las canciones del grupo perduren en el recuerdo de muchos de esos niños que hoy son adolescentes.
I. F.: –Lo que impacta de cumplir diez años es que formamos parte de la historia de otra persona, ingresamos en la memoria de una generación de chicos.
–¿Qué historias sienten que son las que más les gustan a los niños?
I. F.: –A los chicos les gusta pensar. Algo puede ser simple y esencial y, además, sencillo y baladí. A través de las historias y las canciones, narramos relatos vinculados con el amor y los chicos lo captan inmediatamente porque ellos también se enamoran. Como docente de literatura infantil, puedo decir que a los chicos les fascina la literatura griega, y para los que consideran que a los niños les gustan las historias sencillas, no hay nada más complicado que la mitología griega. Ni hablar lo que generan en ellos películas como Harry Potter o El señor de los anillos, que son muy complejas.
F.S.: –También sucede que se generaliza al niño y pocas veces se hace referencia al tema de las edades. A nuestros espectáculos vienen chicos de dos años con el chupete hasta pibes de 12. ¿Por qué lo pasan bien todos? Pareciera que de nuestra propuesta cada uno toma una parte que le pertenece.