[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

El afilado y a la vez tierno humor de Niní Marshall, creadora de un repertorio hecho de personajes que fueron en su tiempo arquetipos sociales, podrá apreciarse hoy en la Sala Leopoldo Lugones a través de las cinco películas representativas de lo mejor de su obra, realizada en su mayor parte en la productora Argentina Sono Film. Marshall, cuyo nombre era María Esther Traverso, logró repercusión tanto en sus trabajos para la radio –medio donde expresó lo mejor de su talento– como en sus apariciones en el cine. Su ingenio fue aplaudido en la Argentina (donde durante casi dos décadas fue asediada por la censura hasta extremos absurdos) y en otros países de América latina. Creadora de sus propios diálogos (condición que impuso a los realizadores de las películas en las que participó), esta artista, nacida hará mañana un siglo y fallecida el 18 de marzo de 1996, fue a su vez inspiradora de otras figuras que intentaron rescatar características y rasgos populares de los argentinos.
A modo de orientación, se ofrecen algunos datos sobre las películas que se verán hoy en la Lugones: En Mujeres que trabajan (1938), dirigida por Manuel Romero e interpretada, entre otros, por Mecha Ortiz, Tito Lusiardo, Pepita Serrador y Diana Maggi, Marshall debuta en cine con su personaje Catita, compartiendo las peripecias de las vendedoras de una tienda. Madame Sans-Gêne (1944), dirigida por Luis César Amadori, con participaciones de Eduardo Cuitiño, Homero Cárpena y Herminia Franco, es una comedia delirante donde Niní hace el papel de una humilde parisina que en tiempos de la Revolución lava la ropa del joven teniente Napoleón Bonaparte. Otro título es Navidad de los pobres (1947), dirigida por Manuel Romero, con un elenco integrado por Irma Córdoba, Tito Lusiardo y Osvaldo Miranda. Aquí, Catita se ve envuelta en las vicisitudes que aquejan a una madre soltera, cuyo amante es un pistolero que rapta al hijo para que lo acompañe. Finalizando la jornada se verá Porteña de corazón (1948), también dirigida por Manuel Romero, donde figuran Augusto Codecá y Jorge Salcedo, entre otros. En esta película aparece nuevamente el personaje de Catita en el papel de una telefonista que intercede a favor de unos enamorados, un médico y una enfermera, cuya relación no admite el padre del joven, un cirujano famoso que pretende casar a su hijo con una millonaria.