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El martes 1º de junio de 1993, a las 7 de la mañana, comenzó en el entonces incipiente mercado de TV por cable argentino la emisión de Todo Noticias (TN), bajo la conducción de los periodistas Luis Otero y Silvia Martínez. Pese a que ya existía otra señal nacional de noticias –CVN había comenzado un mes antes–, el posicionamiento de TN en el mercado fue proporcional al desarrollo acelerado y masivo que tuvo el cable en aquellos años. Bajo la tutela del Departamento de Noticias de Canal 13, la señal de Artear fue ganándose un lugar en el segmento periodístico. “Pensar que en aquella época tenía que explicar qué era TN porque la gente no entendía si era un cableoperador, un canal abierto o uno de cable”, recuerda en la entrevista con Página/12 Carlos De Elía, gerente de noticias de Artear y uno de los fundadores de TN.
En el marco de los festejos por su décimo aniversario, la señal periodística modificará a partir de esta noche el perfil de su programación, con el lanzamiento de cinco nuevos programas. De lunes a jueves a la medianoche, Verónica Lozano entrevistará distendidamente a un famoso en “Media hora en la luna”; “Tiene la palabra” (martes a las 22), con Otero y Martínez, colocará al invitado semanal ante las preguntas de una tribuna repleta de público; Any Ventura, Osvaldo Bazán, Jorge Novoa, Cecilia Absatz y Beto Casella analizarán la actualidad de los medios de comunicación en “De medio a medio” (viernes a las 22); “Que parezca un accidente” es el título del ciclo en el que Roberto Pettinato analizará la realidad semanal del país y del mundo con su irónica mirada, los viernes a la media-noche; el tango y sus protagonistas estarán representados en “El fueye”, los domingos a las 19. “Es un cambio fuerte debido a la simultaneidad de los estrenos. Hubo ciclos que se fueron posponiendo y aprovechamos esta fecha para lanzarlos”, explica De Elía.
–Los 10 años de TN llegaron en un momento especial para la Argentina...
–En el país hay muy poco para festejar. Pero el sostenimiento en el tiempo de un canal de noticias en la Argentina es motivo de celebración. Recuerdo que cuando lanzamos TN no había canales de noticias nacionales. Recién al año siguiente surgió el boom de las señales periodísticas. Había empresarios que leían un libro cuyo primer capítulo era “Cómo ganar amigos” y el segundo, “Tenga su canal de cable”. Después la Argentina se convirtió en el país con más canales de noticias del mundo. Una rareza. Pero muchos quedaron en el camino, víctimas de la ambición y la falta de vocación. Los canales de noticias que subsistieron son lo que tienen una vocación periodística más profunda.
–¿La inclusión de los nuevos ciclos tiene el objetivo de descontracturar un poco la pantalla del canal?
–Los cambios bruscos empiezan a la medianoche y siempre que la realidad lo permita, porque a los ciclos que están en la luna los podemos bajar de un hondazo si la información lo requiere. Si Fidel Castro está dando un discurso vamos a levantar la programación. La prioridad es la noticia. Lo que en el fondo subyace es un contraste más fuerte entre el día y la noche. Incluso, habrá cambios en la programación del día: va a ser más duro el tratamiento durante el día pero más relajado a la noche, cuando la idea es aflojarse la corbata y ponerse las pantuflas.
–¿Qué modificaciones observa entre el TN del ‘93 y el actual?
–Si bien el cambio fue lento, también es cierto que es notable. Hay una anécdota que describe nuestro desarrollo. Hace unos meses me fui a descansar unos días a La Pampa, un lugar remoto en el norte de Jujuy. Entré en un bar chiquitito a almorzar y noté que estaban mirando TN. Eso me provocó sensaciones encontradas. Por un lado me quería matar porque había ido a desenchufarme y no quería saber nada con TN. Pero al mismo tiempo me emocioné al ver que estaba en un lugar lejano, donde argentinos olvidados –la mayoría eran coyas– estaban viendo un producto con el cual yo tenía mucho que ver. Me di cuenta de lo que hemos crecido. Mientras en el ‘93 trataba de explicar qué era TN, 10 años después estaba sentado enun bar en Jujuy, a 4 mil metros de altura, viendo TN junto a la comunidad coya.
–¿Siente que en los últimos años los políticos están más remisos a dar notas periodísticas por la oleada de micrófonos que antes no existían?
–Según mi visión, hace unos años había más movileros porque había más canales de noticias. Si un empresario quería quedar bien debía tener su canal de noticias. Esa ha decantado y se filtró, para mal de muchos colegas y escuelas de periodismo. Lo que es visible todavía hoy –aunque lo era más el año pasado– es el miedo de los políticos a la gente, no a los movileros. Tienen miedo de que además de los movileros aparezca “gente” y que los escraches se vean masivamente. El bife que recibió Aíto (De la Rúa) en la puerta de la clínica La Trinidad es un ejemplo de ello.
–¿Cuál fue el mayor logro de TN en estos 10 años?
–Uno de los datos más claros es que en las redacciones de todos los diarios y revistas ven siempre TN. No estoy diciendo que sea el único canal para informarse. Pero TN funciona hoy por hoy como una agencia informativa. En general, lo que yo recibo de los colegas es que cuando ven una información en TN no la ponen en duda. Ese es un logro importante: que todos los colegas estén siguiendo nuestra programación. Somos parte de la agenda diaria. Me parece que hemos instalado el reflejo de que la gente busque TN cuando siente que algo sucede o quiere saber qué está pasando. Eso es lo más valioso que puede pasar: establecer una costumbre con la gente basada en nuestra credibilidad. Nosotros no aspiramos a más que eso. Ese reflejo habla de credibilidad en la señal y de una sana costumbre: estar informado a través de TN.