ESPECTáCULOS › WOODY ALLEN HABLA DE “HOLLYWOOD ENDING”, QUE SE ESTRENA EL JUEVES
“Yo no negocio nada con Hollywood”
Traducido en Argentina como “La mirada de los otros”, el film cuenta la historia de Val Waxman, un director acorralado por la industria que, durante un rodaje, sufre un ataque y queda ciego. El hijo dilecto de Nueva York dispara nuevos dardos.
Por Luciano Monteagudo
“Voy a ser el primer actor estadounidense que interpreta a un discapacitado y que no se gana el Oscar por ello”, profetizó Woody Allen en mayo del año pasado, en la apertura del Festival de Cannes. Y no se equivocó. Hollywood Ending, su anteúltima película (en pocos días más estrena una nueva en la Mostra de Venecia, ver aquí al lado), fue completamente ignorada en la ceremonia de la Academia de Hollywood, a pesar de que el inefable Woody compone a un prestigioso director de cine que, en medio del rodaje de una superproducción, sufre un ataque psicosomático y se vuelve... ciego.
Claro, no es el tipo de padecimientos que suele condoler a los miembros de la Academy of Motion Pictures, menos cuando Hollywood Ending (que se estrena el próximo jueves en Buenos Aires bajo el incomprensible título de La mirada de los otros) se presenta como una crítica despiadada a la manera de hacer cine de la industria y de los grandes estudios. Allen, responsable del guión, de la dirección y el papel protagónico del film, encarna a Val Waxman, un cineasta premiado con dos Oscar durante su prolífica carrera pero que se encuentra en un momento difícil, en el que el trabajo no abunda. Ante esa situación, Waxman debe decidir si está dispuesto a trabajar a las órdenes de su ex esposa, Ellie, personificada por Téa Leoni, una productora que lo abandonó por un ejecutivo de los estudios de Hollywood, con modales y expresiones muy parecidas a las de un productor de la vida real, Harvey Weinstein.
“Val es un director sumamente neurótico y temperamental, un hipocondríaco que cuenta con un gran talento pero cuya carrera está en juego por su mal carácter y las demandas”, explicó Allen a la prensa francesa reunida en Cannes, que festejó su primera aparición pública por la Croisette. “Cuando se dispone a regresar al medio para recuperar su pasada gloria, se da cuenta que la única persona que quiere trabajar con él es su ex esposa. Sin embargo, hay muchos temas no resueltos entre ellos”, agregó Woody. Hollywood Ending es asimismo una comedia romántica que no sólo trata sobre el relanzamiento de la carrera de Waxman, sino sobre la necesidad de recuperar la pasión por su trabajo. Esa también será su última oportunidad para revivir la pasión que aún siente por su ex esposa.
¿Alguna vez se encontró en una situación similar a la de su personaje?, le preguntó el crítico de Le Monde, Jean-Michel Frodon, a lo que Allen contestó: “No, jamás tuve que negociar nada con Hollywood, jamás trabajé con un guión ajeno ni tuve la necesidad de discutir con el estudio la elección de mis colaboradores, como le sucede a Val Waxman. Mi personaje se encuentra en una situación de inferioridad con respecto a la mía”. La pregunta de Frodon, sin embargo, se refería a si había sido víctima de alguna enfermedad psicosomática durante alguna de sus 35 películas como director. “Oh, eso”, se hizo el distraído Woody. “Tuve todas las enfermedades psicosomáticas conocidas, pero nunca durante los rodajes. Cuando hago mis films, tengo una salud de hierro, no he faltado prácticamente ni un solo día al set de filmación. Es entre película y película que suelo tener mis problemas. Pero por suerte, trabajo mucho.”
Para Allen, la idea de interpretar a un cineasta ciego “es sobre todo un gag, un recurso cómico para un film burlesco, como el que podrían haber utilizado Chaplin o Keaton. Además, me di cuenta que, después de un mes de rodaje, cuando veo mis films terminados, mi primera reacción es la de sentirme completamente abrumado por los resultados. He llegado a pensar, en la primera proyección, que sólo un ciego podía haber hecho un trabajo semejante. Y por otro lado, creo profundamente que el arte proviene del subconsciente y que, desde este punto de vista, la ceguera puede serconsiderada como una metáfora de la manera no controlada en que debe nacer una obra”.
Según Allen, “yo soy un actor mediocre, pero este papel me corresponde completamente, conozco muy bien cómo se expresan los cineastas neoyorquinos neuróticos... E interpretar a un ciego pasa por ser una actuación importante, pero en realidad es muy fácil, no hay que hacer nada: Mia Farrow ya me lo había dicho después que ella hizo Terror ciego para Richard Fleischer”.
Y hablando de ex mujeres... Woody admitió que el papel realizado por Téa Leoni está inspirado en su ex pareja, la actriz Diane Keaton, y no en su relación con Mia Farrow, como muchos críticos sospechaban. En el film, el personaje de Allen sostiene que su ex mujer puso a su hijo en su contra. El director, sin embargo, subrayó que este rol no está inspirado en su hijo Seamus, cuya madre es Mia Farrow. Farrow obtuvo una orden de la Corte que le prohíbe a Allen tener contacto con su hijo y cambió su nombre, de Satchel a Seamus. De la misma forma, el hijo del cineasta en la ficción se convierte en un rockero punk y cambia su nombre de Tony a Scumbag X (Bolsa de basura X). “De ninguna manera Tony está inspirado en mi propio hijo”, dijo Allen. “Escribí el personaje teniendo en cuenta cuál sería la peor pesadilla de un padre, en relación al futuro de su hijo.”