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En el mundo de la televisión se la conoce como la otra pelea, a secas, sin demasiados preámbulos ni explicaciones. Mucho más cruel, caliente y milimétrica que la que enfrenta a Telefé y Canal 13 por el primer puesto, la batalla por el tercer lugar en la tabla general de rating se vive día a día, hora a hora, minuto a minuto. Estudiando de reojo cada movimiento del rival, las programaciones de Canal 9 y América mutan, varían, se alteran permanentemente, a la búsqueda de un punto más de rating que a la larga les sirva para quitarle una mínima ventaja a su competidor. Pero lo llamativo es que ambos canales no buscan vencer al rival directo a partir de la diferencia, la variedad de las programaciones. Más bien lo contrario: apuntan al tercer puesto casi con las mismas herramientas, los mismos programas. Como reflejo de una misma imagen en un espejo, cada una de las emisoras se mueve al compás de los movimientos de la otra, compitiendo en la mayoría de las horas diarias con programas del mismo formato.
La batalla por obtener un lugar en el podio es tanto o más ardua que la que se vive por el liderazgo. Si bien en esta silenciosa disputa el mando no se alterna, debido a que Canal 9 venció a América en todos los meses en los que Ibope evaluó completamente el público (ver aparte), la diferencia es tan ínfima que cada punto de rating es festejado en cada canal como si fuera el último. No sólo porque el rating dirime quién es, en definitiva, el tercero en discordia en el mercado televisivo. Fundamentalmente porque ese dato estadístico permite delinear –en cierta forma– el dinero en calidad de ingresos publicitarios con el que contará cada emisora para sostener su programación.
De las 15 horas diarias de programación que ambos canales tienen al aire de lunes a viernes, en casi la mitad de ellas compiten directamente con programas del mismo formato: noticiero vs. noticiero, chimentos vs. chimentos, magazine vs. magazine, telenovela vs. telenovela. Así, las emisoras comparten formatos diarios durante seis horas: a las 12, “América noticias 1º” vs.“Telenueve 1º”; a las 14, “Intrusos en el espectáculo” vs. “Los profesionales de siempre”; a las 16, “Va por vos” vs. “Chicas express”; a las 19, “América noticias 2º” vs. Telenueve 2º”; a las 20, “Rebelde way” vs. “Amigas y rivales”; a las 24, “Informe central” vs. “Telenueve 3º”. A los programas diarios se les suman las competencias de los programas semanales de las 22: “La cornisa” vs. “Edición Chiche” (martes); “Puntodoc” vs. “Zona de investigación” (miércoles); “Televisión registrada” vs. “Televicio” (jueves); “Ardetroya” vs. “Fiebre de Mauro por la noche” (sábado). En tanto, los domingos a las 21 la disputa enfrenta directamente a los periodísticos “Día D” vs. “Hora clave”.
Pero a no dejarse engañar: las coincidencias en los formatos bajo ningún aspecto significan que ambas emisoras apunten a atraer al mismo público. Los contenidos entre un programa de un determinado formato en América son bien diferentes a los de un ciclo del mismo formato en la pantalla del 9. A lo sumo tratan la misma agenda temática, pero desde ópticas totalmente opuestas. Un ejemplo de ello es la competencia periodística que se da entre los canales, con líneas editoriales e interlocutores claramente diferenciados. Está claro que aquellos televidentes que ven con simpatía a Jorge Lanata no piensan lo mismo de Mariano Grondona y viceversa. En tal sentido, si bien los formatos son los mismos, los televidentes cautivos de un canal y otro no lo son tanto.
Pero no sólo de equivalencias se nutre la lucha que, casualmente, enfrenta a los dos canales privados que se presentaron a convocatoria de acreedores. Las “deslealtades” también están a la orden del día. El primer paso lo dio el 9, que a fines del año pasado le “robó” a América a Mauro Viale, por entonces conductor de “Indomables”. El cambio de aire no rindió lo esperado: de las dos horas diarias que en principio tenía Viale en el 9, ahora sólo le queda una semanal y en un horario poco rendidor (sábados a las 21). Pero América no se quedó de brazos cruzados ante la jugada y no tuvo ningún reparo para negociar con Cris Morena la llegada a la emisora de “Rincón de luz” y “Rebelde way”, cuando ambas telenovelas aún estaban al aire por el 9. Una lucha que no entiende de “códigos” ni reglas.
La novedad en los movimientos por acaparar público pasa ahora por la programación matutina. Tras las buenas mediciones que diariamente cosecha el periodístico “Desayuno” en el 7 –el programa con mayor rating de la emisora estatal, que a veces llega a cinco puntos promedio–, Daniel Hadad vio en la mañana una buena posibilidad para fidelizar su audiencia desde muy temprano. Por tal motivo, desde el lunes 25 el 9 arrancará su transmisión a las 7 de la mañana, con un ciclo periodístico que estaría bajo la conducción del propietario de la emisora –en su vuelta a la pantalla luego de comprar el 9–, y otro que encabezaría Franco Bagnato (ex “Gente que busca gente”). Ni lentos ni perezosos, en América están estudiando la posibilidad de salir a competir con el 9 en esa franja horaria. Incluso, ejecutivos del canal mantuvieron conversaciones para acelerar la llegada a su pantalla del ciclo conducido por Víctor Hugo Morales, aunque las posibilidades serían escasas por “razones editoriales”. Pero todo indica que la competencia entre el 9 y América seguirá desde la misma salida del sol.