ESPECTáCULOS
Unos superhéroes sin superpoderes y enfrentados con el mundo adulto
En “Los chicos del barrio”, la nueva serie de Cartoon Network, un grupo de chicos se dedica a derribar los límites de sus mayores.
Por Emanuel Respighi
Son el sueño de todo niño hecho realidad. La fantasía tantas veces meditada por los más chicos pero nunca concretada. Como tantos otros héroes, ellos vienen a salvar al mundo de las fuerzas del mal. Pero la lucha tiene sus particularidades. En primer lugar, los cinco “superhéroes” no pasan los 10 años de edad y no poseen ningún poder especial. Son puro entusiasmo. En segundo, los villanos no provienen de ningún planeta ni son el resultado de un experimento realizado por un científico loco. Nada de eso. En su peculiar mundo infantil, los enemigos a vencer no son ni más ni menos que los adultos, esos seres extraños que a cada paso oprimen su existencia vaya a saber por qué motivos. Los niños vs. los tiránicos adultos: De eso se trata “Los chicos del barrio”, la nueva serie animada que Cartoon Network comenzó a emitir la semana pasada y que estrena episodios los viernes a las 19 (repite durante el fin de semana). La hora de los chicos llegó, y amenaza dominar el mundo.
“Los chicos del barrio” es una interesante propuesta animada llena de humor e ironía, en la que un grupo de niños emprende una lucha para acabar con la dominación de los grandes. “O estás con nosotros o eres un viejo”, es su lema. La serie es la nueva creación de Tom Warburton, quien ya realizó para la señal infantil la serie “Sheep en la gran ciudad” y que produjo para otros canales las primeras temporadas de “Saturday Night Live” y “Beavis and Butthead”. Algunos trabajos anteriores que dan una idea del estilo de “Los chicos del barrio”, una de las tantas series que pueden disfrutar por igual chicos, por el sueño plasmado en pantalla, y grandes, por el tono ácido de su humor.
Como todo grupo comando, cada uno de los niños-agentes de la serie tiene una personalidad diferenciada, que funciona como un engranaje en las misiones. Miguel On es el líder, la persona que siempre tiene un plan maestro a mano para resolver las dificultades. Seguro de sí mismo, su única debilidad son las mujeres del grupo, que lo ponen nervioso. Guillermo González Jr. es el operario torpe, que construye todo tipo de máquinas voladoras, algunas de las cuales llegan realmente a volar. Kuki Kiut, en tanto, es la cuota chillona y alegre, aunque sufre de problemas de atención que ponen en peligro las misiones. Guero Torres es la parte física, el más convencido en afirmar que tiene superpoderes. Abigail Olivera pone sentido común, la agente que logra infiltrarse con éxito entre los adultos. Su único inconveniente es que no ve del todo bien.
Aunque las misiones nunca salen redondas, ellos lucharán incansablemente para liberar a los niños de las ataduras adultas de “ir a la cama” y comer “brócoli o cualquier otra verdura de color verde”. Por lo general, las misiones que enfrentan “Los chicos del barrio” no son grandilocuentes y se limitan a cuestiones importantes únicamente para el mundo infantil. Robarle la torta de cumpleaños a un grupo de “niños malcriados que alaban a los adultos”, o poner en práctica una ofensiva porque los mayores extendieron su hora de natación en la pileta municipal son algunas de las cuestiones que deben superar.
Elaborada para representar la imaginada rebelión infantil, “Los chicos...” no se priva de nada. Desde cuchillos gigantes que cortan mansiones por la mitad hasta un barrio privado en la copa de un árbol, pasando por toda clase de máquinas voladoras hechas con chatarra; la serie no conoce de prejuicios ni de límites. Al fin y al cabo, no es otra cosa que la visión del mundo a través de los anteojos de los más pequeños de la familia.