ESPECTáCULOS › HOY A LAS 23 VUELVE “TELENOCHE INVESTIGA”, POR CANAL 13
Una fiscalía cámara en mano
María Laura Santillán, que conducirá el ciclo junto a Juan Miceli, promete para la cuarta temporada “meterse con los grandes temas”.
Por Emanuel Respighi
Luego de una temporada signada por la repercusión mediática que tomó la investigación que culminó con el procesamiento del padre Julio César Grassi por abuso y corrupción de menores, esta noche, a las 23, vuelve “Telenoche investiga” a la pantalla de Canal 13. Más tarde y con menos envíos que lo previsto inicialmente –se emitirán solamente cuatro episodios–, el ciclo de investigación periodística comenzará su cuarta temporada al aire como programa, aunque la décima si se cuentan los seis años que anteriormente se emitió como sección dentro del noticiero central de la emisora. “Hacer este programa es muy difícil, implica mucho trabajo”, le explica a Página/12 María Laura Santillán, conductora del ciclo junto a Juan Miceli. “No es un programa de investigación cualquiera: nosotros mostramos las pruebas de todo lo que sale al aire. Y como nos ponemos siempre metas más altas, para no repetirnos, el ciclo implica cada vez más trabajo”, subraya la periodista, fuerte candidata para reemplazar a Mónica Cahen D’Anvers al frente de “Telenoche” el año próximo.
Acompañados por los periodistas Luis Otero y Mario Markic, Santillán y Miceli encararán la temporada con el objetivo de abordar nuevos entuertos nacionales. Esta noche se pondrán al aire dos grandes investigaciones (“El otro éxodo” y “Los simuladores: alguien los tenía que investigar”), de las que poco se sabe. “Hay grandes temas –apunta Santillán– con los que no se mete nadie: ni la TV, ni los medios gráficos ni la clase dirigente. Nuestra razón de ser es meternos con las prácticas políticas turbias que todavía funcionan en el país, más allá del que se vayan todos y de la reacción ante la corrupción y la desidia de los políticos. Hay muchas cosas que siguen pasando y de las que nos seguiremos ocupando, metiéndonos hasta el hueso”, aclara la conductora.
–Tras la repercusión mediática que tuvo el ciclo el año pasado a raíz del informe sobre el padre Grassi, ¿se encaró la temporada con mayor presión?
–No. Siempre sentimos presión: la propia, la del equipo y la de la gente, que siempre espera mucho del ciclo. El hecho de que haya una investigación que tuvo más repercusión que otras no nos da una cuota extra de presión respecto de otros años.
–¿Sintió que, en algún momento, el Caso Grassi dirimió una pelea entre grupos mediáticos?
–Para que haya peleas o discusiones se necesitan dos que se ataquen y éste no fue el caso. Nosotros hacemos nuestro trabajo. No nos ocupamos de pujar mediáticamente. Hubo tres canales que se limitaron a informar lo que sucedía con el caso Grassi. No solamente uno. Para discutir se necesitan dos. Nosotros sólo pusimos al aire al denuncia de los chicos.
–¿Tuvieron alguna consecuencia por la emisión de ese informe?
–Nunca en la historia de los 10 años de “Telenoche investiga” el equipo periodístico recibió tantos aprietes, amenazas, presiones, “pinchaduras” de teléfonos y seguimientos con autos como los que sufrimos con el Caso Grassi. Hubo a lo largo de estos años investigaciones muy pesadas: el caso armas, la Uocra, la policía... pero nunca pasó más allá de la pinchadura de un teléfono. De las 25 personas que conforman el equipo, a la mayoría se les intervino el teléfono y a otras tantas nos siguieron con autos. Incluso, hace un par de semanas, a uno de los chicos denunciantes lo metieron en un auto y le dijeron que iba a ser un desaparecido más. Por ejemplo, se comprobó la maniobra delictiva que se organizó para que el chico llamado Ezequiel se desdijera. En menor medida, porque en el canal nos controlan y saben dónde estamos en cada momento, hemos recibido aprietes y amenazas.
–¿Por qué cree que sucedió algo así?
–Creo que lo sabe todo el mundo. Yo no tengo hipótesis. Sé lo que piensa la gente común, que en general suele ser lo que sucede realmente.Alrededor de este caso se movió mucha plata. ¿De dónde salió tanto dinero? No sólo para pagar los abogados, sino también para organizar las amenazas. Porque para todo esto debe haber algo de plata, ¿no? De algún lado salió todo el dinero para organizar las persecuciones y “pinchar” los teléfonos. Nunca habíamos vivido un tormento así.