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El español Pedro Almodóvar negó ayer que su última película, La mala educación, sea autobiográfica, aunque sí reconoció que se trata de su film más personal, en el que está “representado por entero”. Almodóvar presentó en Madrid su último trabajo, en un acto en el que estuvo acompañado por algunos de sus protagonistas, como Fele Martínez, Daniel Giménez Cacho, Javier Cámara, Francisco Boira o Lluis Homar, aunque faltó el mexicano Gael García Bernal, que está rodando fuera de España. Diez años tardó Almodóvar en dar forma a La mala educación, una película que habla de dos niños que conocen el amor, el cine y el miedo en un colegio religioso español a principios de los años ‘60 y en donde el padre Manolo, director del centro, es testigo y parte de estos descubrimientos. Los tres personajes se vuelven a encontrar dos veces más, al final de los años ‘70 y en el ‘80 y este reencuentro los marcará. “Hay mucha realidad en la película, pero hay mucha más manipulación, porque la ficción es la manipulación de la realidad y yo siempre he huido, todo lo que puedo, tanto del documental como del naturalismo. Lo que es cierto es que ahí está mi corazón”, señaló Almodóvar.