ESPECTáCULOS › UN HOMENAJE TELEVISIVO A LA OBRA DE WOODY ALLEN
Todos dicen que lo quieren
Durante cuatro martes consecutivos, a partir de hoy, la señal de cable I-Sat emitirá films del realizador, en un ciclo que homenajea su obra. La televisión está en los antípodas del mundo de afectos del neoyorquino.
Por Verónica Abdala
“¿No debería quizá dejar de hacer películas y hacer algo verdaderamente valioso, como ayudar a los ciegos o hacerme misionero, o algo?”, se pregunta Sandy, uno de los personajes que pensó Woody Allen para Recuerdos. Su interlocutor le responde: “Sincerémonos, no sos el tipo de hombre que pueda ser misionero. No durarías dos días seguidos. Y, por desgracia, tampoco sos Superman. Sos esencialmente un cómico. ¿Querés de verdad ayudar a la humanidad? Hacé chistes mejores”. Alguna vez el director neoyorquino se hizo la misma pregunta, y se conformó con una explicación similar a la que le tocó escuchar a Sandy. A perfeccionar su humor se dedicó entonces, a partir de 1969, cuando estrenó Robó, huyó y lo pescaron. Desde entonces viene rodando, casi sin interrupciones, una película por año, la mayoría de ellas durante el otoño en Nueva York. “Simplemente me he dedicado a aportar mi punto de vista acerca de las mismas preguntas que nos ocupan desde siempre: el porqué de todo esto, el amor, el sexo, la muerte, esas pequeñas cosas”, dice Woody sobre su obra.
Sus miles de seguidores argentinos, centro de un fenómeno cuyas proporciones sorprenden al mismo Allen, según ha contado más de una vez, tienen un plato fuerte televisivo este mes: la señal I-Sat (31 de Cablevisión, 21 de Multicanal, 511 de Direct TV y 32 de Telecentro) emite desde –todos los martes a las 23– un ciclo homenaje en cuyo marco se proyectarán algunas de sus películas más recordadas. Manhattan (1979), un auténtico clásico de su filmografía, abrirá la serie, que se propone como un repaso de algunas de sus obras más celebradas. Diane Keaton, Mariel Hemingway, Michael Murphy y Meryl Streep acompañan en este caso a Woody, que interpreta a un frustrado guionista de televisión, Isaac Davis, y no teme, como ocurrió tantas otras veces, incorporar elementos autobiográficos a la ficción. Davis, como Allen, no tolera ni la soledad ni la monotonía. Recién separado de su esposa, Jill –que lo abandonó tras el inicio de un romance con otra chica, y prepara a su vez otro libro en que relata aspectos íntimos de la vida del matrimonio–, se refugia en brazos de una joven de 17 años, Tracy. Pero el entusiasmo le dura poco... Más exactamente hasta que conoce a Mary, la amante de su mejor amigo.
El martes 9, el ciclo emitirá Todo lo que usted quiso saber sobre sexo y nunca se atrevió a preguntar, con Allen, John Carradine, Anthony Quayle, Tony Randall, Burt Reynolds y Gene Wilder en los roles protagónicos. En los siete sketches que componen el film, Allen compila algunas de las respuestas posibles a los planteos que propone el libro de divulgación sexual del Dr. Reuben. El episodio más recordado de este film es aquel en que el psicoanalista que compone Wilder –famoso como actor de alguno de los grandes films cómicos de Mel Brooks, entre ellos El joven Frankenstein– le birla la oveja a un inmigrante del este europeo que ha ido a consultarlo, seguro de que no son normales las relaciones que mantiene con el animal.
El ciclo sigue con la excelente y madura Crímenes y pecados, el martes 16 (1989, con Martin Landau, Anjelica Houston, Alan Alda y elenco), Interiores, el martes 23 (1978, Diane Keaton, Richard Jordan, Kristin Griffith, Geraldine Page) y Todos dicen te quiero, el martes 30. Este, por ser un film más o menos reciente –el vigesimosexto de su producción– es un tributo a aquellas clásicas superproducciones musicales de la MGM de los años 50. Las calles de París, los canales de Venecia y el paisaje urbano de Manhattan sirvieron de escenario a esta película en la que el director y comediante demostró no sólo que se atreve a cantar y bailar por las calles de Nueva York o la ribera del Sena, sino que puede hacerlo dignamente. Un elenco de lujo, integrado por Goldie Hawn, Alan Alda, Julia Roberts, Drew Barrymore y Tim Roth, le sigue el ritmo con envidiable entusiasmo. Los films homenaje a una época fueron importantes en su obra: la era dorada de la radio ofició de marco en Días de radio, el cine de aventuras en blanco y negro resultó el disparador de La rosa púrpura de El Cairo y el mundo del teatro le sirvió para ambientar Disparos sobre Broadway, uno de sus films en blanco y negro.
El hecho de que obra se vea en televisión –este mes hay varias otras de sus películas en otros canales de cable, entre ellas Celebrity– no debería entusiasmar demasiado a Allen, que de hecho es un fanático del ritual de las salas, a tal punto que tiene una propia, donde ve películas al por mayor. Que la gente prefiera la televisión como medio de entretenimiento le parece una de las imágenes más claras de la decadencia cultural de los Estados Unidos. “Me indigno –describió en una entrevista– cuando veo que los habitantes de una ciudad se ufanan de vivir en un lugar limpio pero no advierten que hay otras clases de basura en las que viven sumergidos, y esas son las que se usualmente se emiten por televisión.”