EL PAíS
Los Porteños no salen porque entran los Lecop
El jefe de gobierno porteño, Aníbal Ibarra, acordó con el presidente Eduardo Duhalde que la Nación le entregue Lecop para no imprimir el Porteño.
Por Santiago Rodríguez
Canjear títulos de la deuda pública nacional y provincial en poder del Banco Ciudad por Lecop es la fórmula para no emitir los Porteños en la que coincidieron ayer Eduardo Duhalde y Aníbal Ibarra durante una reunión que mantuvieron en la Casa Rosada. Así, el jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires tendrá un instrumento para hacer frente al déficit fiscal que provocó la caída de la recaudación en el distrito y el Presidente evitará la aparición de un nuevo bono, tal cual pide el Fondo Monetario Internacional (FMI) entre los requisitos para ayudar a la Argentina.
La fórmula financiera para evitar la emisión de los Porteños fue elaborada en el Gobierno de la Ciudad. “A Duhalde le sirve para que no haya un nuevo bono circulando por el país y a nosotros para tapar el agujero en las cuentas fiscales”, comentó a Página/12 un importante funcionario porteño.
Duhalde recibió en su despacho y a solas a Ibarra, quien en términos más o menos similares a esos le explicó en qué consistía su propuesta: que la Nación entregue 360 millones de Lecop a cambio de títulos de deuda pública nacional y provincial que en su momento adquirió el Banco Ciudad.
Para la Nación no se trataría de un negocio brillante porque los títulos de la deuda están muy depreciados desde el momento mismo en que la Argentina declaró el default y dejó de pagarlos. Aun así, Duhalde se mostró interesado en la propuesta de Ibarra y la avaló en términos políticos.
La ventaja para Duhalde pasa por otro lado: la emisión del Porteño va a contramano del pedido del FMI de eliminar los bonos que las provincias emitieron en los últimos tiempos para hacer frente a la crisis y poder pagar sus obligaciones. De hecho, un estrecho colaborador del ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov, manifestó días atrás a este diario su preocupación frente a la decisión de Ibarra de imprimir un nuevo papel en la Ciudad de Buenos Aires. A Duhalde no le vendría mal poder mostrarle a la misión del FMI que acaba de llegar al país para estudiar las cuentas provinciales y monitorear la implementación de las medidas aconsejadas por el propio organismo que el Porteño finalmente no verá la luz.
Duhalde e Ibarra acordaron que en los próximos días se reúnan Remes Lenicov, y el secretario de Hacienda de la Ciudad, Miguel Pesce, para analizar los detalles técnicos de la operación. “Vamos a reunir a los equipos económicos para definirlo”, precisó Ibarra en la misma Casa Rosada después de entrevistarse con Duhalde, y destacó que “queremos evitar la emisión de los Porteños”.
Ibarra señaló que la propuesta que le acercó al Presidente “no significaría aumentar la deuda de la Nación y permitiría cumplir con los compromisos que está pidiendo el FMI y a la vez conseguir financiamiento para la ciudad”. Además, aclaró que “no tenemos que cubrir un déficit estructural, desmedido y excedido”, sino el que provocó la “caída brutal de la recaudación”, y subrayó que “hasta ahora todos los empleados municipales, e incluyo a médicos y docentes, van a cobrar con pesos también el próximo mes”. El jefe de gobierno porteño atribuyó los problemas a la “recesión” y agregó que la ciudad “llevaba cinco años de déficit cero, tenía un equilibrio presupuestario entre recursos y gastos, la deuda que tiene es muy baja y los intereses que paga son de un dígito y el Banco de la Ciudad es sólido y genera utilidades todos los ejercicios”.