ESPECTáCULOS › EL ESTILO DE LALO MIR, AHORA EN RADIO MITRE
“Yo cada vez me abro más”
El locutor, que dejó Del Plata y Rock & Pop, explica cómo se va adaptando a su nuevo medio: “Venimos de una mañana informativa pesada y contrarrestamos con espíritu de entretener”, señala.
Por Cristian Vitale
Faltan cinco minutos para las siete de la tarde. Lalo Mir baja del auto, cruza la calle apurado y toma el ascensor de la radio sabiendo que tiene que hacer mil cosas. “Siempre lo mismo, me faltan diez minutos para todo. ¿Será que tengo que llegar más temprano?... esto es un quilombo”, reclama mientras el ascensor lo traslada al estudio de Radio Mitre. Treinta minutos después de las siete, ya está al aire junto a Pancho Muñoz y Mariel Di Lenarda dando forma a su Bla-Bla versión 2004 (lunes a viernes de 13 a 15 y de 19.30 a 21) tras dejar Del Plata ante la indiferencia de su nuevo dueño, Marcelo Tinelli. “Desde lo humano me jodió tener que irme. Era un proyecto encantador, bien aceitado. Pero después le ponés el ojo racional y decís ‘bueno, esto es show business, todo se compra y se vende’. Mascullás un rato y se te va pasando”, razona. La entrevista no superó los 20 minutos. Entre la salida de ascensor y el inicio de su magazine ácido e incorrecto como siempre, Lalo no sólo habló con Página/12 sino que se reunió con sus productores, marcó las bases del programa, leyó papeles, gacetillas e informaciones, fumó un cigarrillo y hasta se tomó un par de mates. Ultraactividad sólo posible por su dinámica física y lingüística, y por una práctica de 35 años en el medio. Un auténtico animal de radio.
–¿Es complicado tener un mismo programa desdoblado en dos horarios?
–Lo óptimo sería tener uno, pero la grilla de Mitre obligó a esto. La propuesta fue darme dos horarios y tratar de encontrar un hilo. Hay una constante dada por Mariel, que maneja la info central y dos códigos distintos para lo alternativo: Douglas Vinci y Pancho Muñoz. Y, por más que esté desdoblado, funciona como un mismo programa. Enganchamos el ranking, que es la columna vertebral, y casi todos los contenidos. El único problema es que algunos oyentes celosos nos piden que pongamos Bebo Granadina Carlés al mediodía o que el Licenciado Marcelo Silvestre Lobito salga a la tarde. Y esto nos llevó a producir cambios para que los personajes sean compartidos por las dos audiencias, que además son muy distintas. Sólo uno y medio de cada diez nos escuchan las dos veces.
–En Del Plata tenía a Román Lejtman arriba y ahora tiene a Néstor Ibarra a la mañana y a Magdalena Ruiz Guiñazú a la tarde. ¿Qué importancia le da a los programas que lo preceden?
–Hay temas que son centrales en el día, y esto se nota mucho más en Mitre que en Del Plata. Allá, Lejtman iba por un lado y nosotros, naturalmente por otro. En Mitre es distinto, si bien hay temas de los cuales no podés zafar, lo ideal es tratar de no repetir. Venimos de una mañana informativa pesada y contrarrestamos con espíritu de entretener.
–O de ironizar...
–Es como cambiar el color, la decoración. Aparecen los aplausos, la música arriba, el show...
–En términos ideológicos parece que las radios de más audiencia están siendo absorbidas por una especie de derecha cultural. Radio Diez es un caso claro, pero Del Plata estaría siendo afín a ese discurso desde un lugar distinto, más subliminal tal vez. ¿Lo ve así?
–Yo creo que la Del Plata de Tinelli no va a ir por el lado de Radio Diez. Esta tiene un discurso muy preciso. Lo que sí se puede dar es una competencia entre ambas por el mismo mercado de oyentes. Un reparto de audiencias afines entre ellas. La competencia se puede dar más entre ellas que entre radios con un posicionamiento más independiente.
–¿Cómo ubica a Mitre en el arco ideológico?
–Es una radio que se basa en personalidades y respeta lo que éstas piensan... Magdalena, cuando está mal, se planta y es muy independiente, igual que Ibarra. Yo vengo con una idea corrida y está todo bien. Castelo da otra vuelta. Y así.
–¿Cómo se hace para defender la independencia en los grandes medios?
–A mí no me ha costado nada. Saben lo que hago y me llaman por eso. No estoy casado con nadie y esto es un crédito hoy día... tratar de ser racional, amplio, entender más que explicar, justificar o moralizar. Yo cada vez me abro más. Me gusta que todos opinen y se forme una especie de mosaico de opiniones diversas.
–¿Por qué le rescindieron el contrato en Rock & Pop?
–A fin de año me dijeron que Animal de Radio era un ciclo cumplido. No querían que me fuera, pero me ofrecieron hacer un programa cerca de la medianoche, y me pareció que si aceptaba iba para atrás, porque la radio se basa en el encendido, en los segundos y en la publicidad. De eso vivimos.
–¿Se fue mal?
–Me fui con un sinsabor. Tenía la idea de hacer durar el programa diez años y el décimo año –que era éste– tomarlo como despedida, como decir “terminó la película”. No se dio y me provocó amargura, una gran tristeza. Pero después pensé... “bueno, estos tipos hacen negocio y tendrán sus razones”.
–Corrió el rumor de que iba a pasar a Kabul Rock, la radio de Daniel Grinbank...
–Daniel habló conmigo, pero ya estaba cerrando con Mitre y era medio incompatible realizar ambos proyectos. Además no me iba a alcanzar el tiempo para hacer las dos cosas.
–¿Espera a Kabul Rock como un regreso a la Rock & Pop de los comienzos, a la de su Radio Bangkok?
–Puede ser como la Rock & Pop original, despojada y más libre si se quiere. Pero no sé... Daniel siempre suele sorprendernos.