ESPECTáCULOS › MURIO EN RIO DE JANEIRO LA CANTANTE CASSIA ELLER

Olía a espíritu adolescente

Sufrió tres paros cardíacos consecutivos, antes de morir en un hospital. Los médicos hablan de una sobredosis. Consagrada por Rock In Rio, era la figura más polémica de la música brasileña actual.

La controvertida cantante brasileña Cassia Eller, que había sido una de las estrellas de la edición 2001 del Festival Rock in Rio, murió después de haber sufrido tres paros cardíacos sucesivos, aparentemente a causa de una sobredosis de drogas. Los médicos forenses que se ocuparon de la autopsia de Eller, que tenía 39 años, encontraron un gran hematoma en la región parietal y otro en una de las piernas. El día de su muerte, la cantante –una figura irreverente y contestataria, que tenía fans y detractores por igual en Brasil– fue vista en la calle descalza, llorando convulsivamente. Aparentaba sufrir dolores intensos, según varios testimonios recogidos ayer por la televisión brasileña. La hipótesis considerada como más probable es que haya ingerido drogas descontroladamente, pero la sola difusión de esos datos causó una polémica por las airadas quejas de la familia, que dijo que había una especie de prejuzgamiento. “Que Eller alardease en público de su personalidad tóxica y que una parte de su obra girase en torno a ese sobrentendido no implica necesariamente que haya muerto de sobredosis”, replicaron sus familiares. La policía se vio obligada entonces a afirmar que no descarta que pueda haber sido atacada por alguien o haya sufrido un accidente sin testigos. Eller estaba en el tope de su carrera, iniciada para el público en 1990 con la publicación de su primer disco: había vendido en el último semestre 250 mil ejemplares de su MTV Umplugged y millones de brasileños coreaban su tema, inspirado en uno de León Gieco, “Sólo le pido a Dios un poco de indecencia”. Eller, que nunca ocultó su lesbianismo, escandalizó en numerosas oportunidades la moral media brasileña, con sus modos punks, su frontalidad en las entrevistas y sus memorables levantadas de remera durante las actuaciones en vivo, muchas veces transmitidas por televisión. Eso hizo durante el momento más impactante de su performance del verano pasado, en Rock in Rio, capturando de inmediato la atención de la televisación internacional. Para todos los que conocen la escena brasileña, está claro que su muerte inicia un mito que tendrá el relieve del de Cazuza, que falleció de SIDA a fines de los ‘80.
Eller, que tenía un hijo de 8 años, dijo hace poco en una entrevista: “No existe lo bueno y lo malo. Si vos elegís lo que es bueno para vos, eso terminará necesariamente funcionando bien”. Contemporánea de figuras femeninas destinadas a un gran recambio en el panorama de la música brasileña –como Adriana Calcanhotto, Bebel Gilberto y Marisa Monte–, Cassia, que cantaba rock alternando el portugués y el inglés, abrió su show en Rock in Rio con una versión de “Smells Like a Teen Spirit”, (“Olor a espíritu adolescente”) de Nirvana. Había frente al escenario 190 mil personas que la ovacionaron más que a los números centrales de esa noche, la del 13 de enero, que incluía en programa a Beck, Foo Fighter y R.E.M., entre otros. Entre su disco de debut en 1990 y el superéxito de su grabación durante un show para MTV, publicó Con vocé...me mundo ficaría completo en 1999, Veneno vivo en 1998, Música urbana y Veneno AntiMonotonía en 1997, Ao vivo en 1996, Cassia Eller en 1994, con una gran versión de “Lanterna dos afogados” de Os Paralamas; y O marginal en 1992.
La hermana de Cassia Eller, Karla, aseguró ayer que tiene razones fundadas para afirmar que difícilmente estaba bajo el efecto de drogas cuando murió y narró que desde varios días antes del deceso, el sábado por la noche, se quejaba de falta de aire y dolores intensos en el pecho, aunque no había buscado ayuda médica. El comisario Marcos Reimao, encargado del caso, se vio obligado a responderle. “Nos solidarizamos con el dolor de la familia, pero tenemos una tarea policial que cumplir”, puntualizó. Reimao añadió que “ante la sospecha de que (la causa de la muerte) haya sido una sobredosis de drogas, se torna necesaria una investigación detallada y cuidadosa, pero todavía es pronto para llegar a conclusiones”.
El comisario dijo a la prensa que le había preguntado al médico si podía asegurar que Eller murió de causas naturales, y que la respuesta fue negativa, por lo que el caso fue registrado como “muerte sospechosa”. El resultado de la autopsia se conocerá dentro de 20 días, según informaron peritos judiciales. Eller se consagró internacionalmente durante el Festival Rock in Rio del verano pasado, cuando su excitante performance fue transmitida por televisión a buena parte del planeta. En Brasil era considerada desde hace tiempo una de las figuras más importantes surgidas en los últimos años, dentro de un panorama musical pleno de figuras. Eller, considerada una especie de sucesora artística de la diva Rita Lee, era una admiradora incondicional de Janis Joplin, la excepcional cantante estadounidense que murió a los 27 años, en 1970, por haber ingerido un cóctel fatal de alcohol y barbitúricos.
El jefe del equipo médico que la atendió en el hospital al que ingresó agonizante, el cardiólogo Ricardo Luna, afirmó por su parte que lo más probable es que los ataques cardíacos hayan sido consecuencia de un cóctel de alcohol, barbitúricos y marihuana excesiva. “No usó cocaína en esas horas, porque el corazón le latía lentamente”, puntualizó. Luego del entierro de Eller, el domingo, los responsables del cementerio encontraron repartidos en la zona de la tumba varios paquetitos con marihuana y botellas y botellitas con diferentes bebidas, dejados allí por sus fans.

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A Cassia Eller le encantaba levantarse la remera en público.
 
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