ESPECTáCULOS › ENTREVISTA TELEVISIVA AL PROTAGONISTA DE “AUSTIN POWERS”
El mundo según Mike Myers
El actor, considerado uno de los más grandes cómicos estadounidenses de los ‘80 para acá, protagoniza hoy “Dentro del Actor’s Studio”.
Por Roque Casciero
Aunque el programa “Dentro del Actor’s Studio” ya tiene varias temporadas en la pantalla de Film & Arts, en los últimos tiempos la señal no hacía sino repetir viejas emisiones. Afortunadamente, desde este mes hay capítulos estreno, en los que James Lipton sigue intentando develar secretos del arte de la actuación a través de entrevistas a hombres y mujeres del teatro, el cine y la televisión. Los reportajes se hacen frente a aspirantes a dramaturgos, guionistas y actores, un formato que en la Argentina copió el programa “Troesma”, que emitía Canal 7. En las próximas emisiones estreno de “Dentro del Actor’s Studio” se podrá ver y escuchar a Ben Affleck, Bernardette Peters, Ed Harris, Harrison Ford, James Caan, Sigourney Weaver, Spike Lee, Sylvester Stallone y Val Kilmer, entre otros. El capítulo doble que está programado para esta noche y la del próximo martes (a las 21) tiene un atractivo especial: el invitado es Mike Myers, protagonista de Austin Powers y El mundo según Wayne. O sea, un avezado improvisador y un imparable generador de chistes e ironías. Por ese motivo, sus respuestas suelen ser de apenas una frase y venir precedidas de varios minutos de humoradas. Pero Lipton, a pesar de su aspecto enjuto, se prendió en los mil y un juegos de su entrevistado, y el resultado fue un programa que tuvo tanto de reportaje como de hilarante comedia espontánea.
Tanto a Lipton como a los estudiantes del público les costó parar de reírse durante la entrevista a Myers. Y también les resultó difícil saber cuánto había de serio en los momentos en los que el actor canadiense aparentaba no decir más que la verdad. Apenas transcurrieron unos minutos antes de que el conductor deslizara la frase: “La noche está saliéndose de control”. A instancias de Lipton, Myers habló de su infancia en Scarborough, un suburbio de Toronto. “Tenía una buena relación con mis hermanos. Siempre me usaban de puchingball, me orinaban mucho encima y me hacían oler sus gases. Me hacían tomar Mountain Dew, que en realidad era otra cosa”, dijo. Y cuando el entrevistador le preguntó si eso era verdad, el actor se puso muy serio para lanzar otra andanada: “Sí, pasó más veces de las que me gusta admitir. La última vez fue durante la Navidad pasada”.
Entre todos los chistes y payasadas de Myers, Lipton encontró resquicios para que el actor hablara de su vida y de sus personajes. Por ejemplo, para que dijera que aprendió a no tener inhibiciones por el amor que tenía su padre Eric por hacer tonterías. “Nunca le gustaba quedar pegado a alguna profesión. Cada vez que le preguntaban qué hacía, decía que era embajador en Guatemala, que había inventado la puntita de los cordones de los zapatos o que tocaba el bongó en el tema de ‘Misión imposible’”, explicó. También contó que supo que quería dedicarse a la actuación desde que tenía cuatro años y que debutó en un comercial a los siete. En la grabación de otro aviso se cruzó con la actriz Gilda Radner, a quien luego vio en un programa cómico. “Alguna vez voy a trabajar ahí”, se dijo. El ciclo era “Saturday Night Live”, donde años más tarde Myers se convertiría en un favorito del público norteamericano.
Myers reconoció que la actuación es su modo de exorcizar demonios, de expresarse en modos que no adoptaría en su vida corriente: “Soy un extravertido intermitente, según la situación. Suelo ser introvertido, pero hoy no, porque si no, este reportaje sería una mierda”, dijo. Más tarde, luego de un comentario ácido, disparó: “Sólo uno de los dos saldrá de este escenario con vida”. Sin embargo, a pesar de algunos cruces de ironía, el programa no se pareció a un duelo, porque el conductor le dejó rienda suelta al humor de Myers sin pretender un protagonismo que, por otra parte, no podría conseguir. Desde un cómodo segundo plano, pero siempre al comando de la entrevista, Lipton instó a su invitado a que demostrara su habilidad como bailarín de tap y a que contestara como varios de sus personajes. En ese sentido, lo que le resultará más conocido al público argentino es lo que aparecerá en la segunda parte: el feo y seductor espía Austin Powers, Wayne o el malvado Dr. Evil. En la emisión de esta noche, Myers vuelve a dar vida a algunas de sus viejas creaciones para “Saturday Night Live”, como la idish mame Linda Richman, inspirada en su propia suegra. También resulta hilarante el niñito hipo/hiperglucémico Phillip, con sus cambios de humor según el azúcar que tiene en la sangre. Hacia el final, cuando el entrevistador le preguntó por qué a todos los comediantes les gusta representar chicos, el actor se despachó con una definición de apariencia simple, pero de un significado profundo: “En mi trabajo no tenés que pintar paredes ni hacer fuerza ni enjuagar cosas sino solamente hacer el tonto. Y eso es lo que hacen los chicos. Sólo tengo que ser tonto, por eso amo mi trabajo”.