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En tanto integrantes de la comisión directiva, Kado Kostzer y Gabriela Lerner dicen haberse presentado a concurso sencillamente porque Lovero está a la cabeza de Proteatro. “Analizamos minuciosamente todos los proyectos. Si alguno no entiende bien de qué se trata, se lo pasa a otro. Acá no se descarta nada de un plumazo.”
–Si bien Proteatro incluye a la totalidad de los teatros no oficiales, ¿se privilegia a los independientes?
Kado Kostzer: –La idea era que participaran también los comerciales. Pero no les interesó, porque el precio de la entrada es muy bajo (3 pesos) y ellos tienen una infraestructura costosa. Es una ausencia, y la lamentamos. Los independientes, en cambio, colaboran aunque los números no cierren. En ellos la actitud es acercar el teatro al público. Por eso programamos funciones de miércoles a domingo y en diversos horarios.
Gabriela Lerner: –Esta fue una convocatoria democrática. Organizamos cinco asambleas para consensuar el proyecto con los mismos teatristas. Es cierto que hubo quien no estuvo de acuerdo y no se sintió representado en un evento de estas características, pero tomamos muy en cuenta lo que se expresó allí. En cada encuentro hubo un promedio de 150 personas, y esto es muy significativo. También lo fue que en la reunión que se hizo en El Ombligo de la Luna el secretario Jorge Telerman ratificara que Cultura se haría cargo de la prensa y la folletería en apoyo de Proteatro. Si el público responde, podremos pensar en otras ediciones.
–¿Proteatro tendrá el presupuesto de un millón de pesos que se le asignó al momento de su creación?
G.L.: –Si nos atenemos a las palabras –en las que todavía quiero creer– del diputado Finvarb y del secretario Telerman, podemos esperar el millón. Ellos se han comprometido a defender el presupuesto de Proteatro.
K.K.: –A los burócratas les costó entender la necesidad de que esta entidad exista. Fue una lucha lograr que salieran los primeros subsidios. Los mecanismos son ahora más fluidos, y esperamos que se respete lo prometido.
–¿Llegó la primera partida?
G.L.: –Ya dimos curso a los expedientes, pero todavía no recibimos la partida (que es trimestral) ni sabemos por cuánto. Y se están demorando los estrenos de la temporada. Los grupos esperan el subsidio. En 2001 no era así. Se empezaba igual, suponiendo que el apoyo llegaría alguna vez.
K.K.: –Es que hoy la incertidumbre es mayor, y hay mucho temor a poner en escena una obra sin ninguna ayuda.
G.L.: –Esto se ve en la cantidad de pedidos planteados por los grupos y las salas, a las que se dan subsidios por equipamiento. El aporte a las salas es mucho menor que el destinado a los grupos, porque el Instituto Nacional del Teatro se ocupa de esto (a nivel nacional) y Proteatro funciona ahí como complemento. Quizás este año los importes de los subsidios sean menores, porque fueron muchos los que se presentaron a la convocatoria.
–¿Algo así como la administración de la pobreza?
K.K.: –Los que integramos este directorio hemos sido también productores de nuestros propios espectáculos, y sabemos que si se tiene algo, aunque sea poco, existe la posibilidad de conseguir más.
L.G.: –Nuestro interés es que los teatristas se acerquen a Proteatro y participen de nuestras asambleas. Todos al teatro es mérito de los grupos y de las salas, de la generosidad de quienes teniendo una programación fija la modificaron para que haya una fiesta teatral en continuado.