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En un país devaluado monetaria y culturalmente, los vecinos de Buenos Aires tienen demasiadas causas para reclamar, escrachar y movilizarse. Sin embargo, este fin de semana en la escenografía barrial de Parque Patricios, las cacerolas permanecerán en las cocinas mientras sus indignados dueños, al menos por una horas, podrán movilizarse y gozar gratuitamente –palabras que parecen incompatibles en estos tiempos– de una amplia variedad de espectáculos teatrales que se ofrecerán en la Carpa Cultural Iitinerante (Av. Caseros y Urquiza). El proyecto, impulsado por la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad, que comenzó a dar sus primeros pasos en el barrio de Mataderos, se prolongará durante todo el año, con el objetivo de instalarse en los barrios porteños más excluidos en el acceso y disfrute de los bienes culturales. Entre las actividades más destacadas, hoy a las 18 se presentará El caballero de la mano de fuego, un espectáculo de títeres para chicos del recordado poeta y titiritero Javier Villafañe, dirigido por Eva Halac. En consonancia con el espíritu trashumante de la carpa, hoy y mañana a las 21, Los Macocos deleitarán al público con La fabulosa historia de los inolvidables Marrapodi, una obra que, desde la perspectiva de una familia pionera de teatristas, recorre la historia del teatro popular en la Argentina, del virreinato hasta los años 70.
El exorcismo cultural que emana de la Carpa continuará mañana (y el domingo) cuando a las 16.30 la Banda de la Risa tome el espacio por asalto con un clásico de su cosecha: Fausto o rajemos que viene Mefisto, un espectáculo apto para toda la familia, que combina el lenguaje del circo, el sainete criollo y el teatro callejero. Para quienes intenten aproximarse al universo del genial Federico García Lorca, el domingo a las 19 tendrán la posibilidad de hacerlo con Amor de Don Perlimplín con Belisa en su jardín, una pieza en la que Lorca habla de amor, deseo, locura y muerte, con las actuaciones de Ingrid Pelicori y Horacio Peña y la dirección conjunta de Rubén Szuchmacher y Edgardo Rudnitzky. “Hacer esta obra en la carpa es un eslabón más que demuestra que la forma original del espectáculo, creado para ser exhibido en bibliotecas, no se altera ni degrada cuando se presenta en otros espacios tan diversos como una sala teatral, una asociación vecinal o la carpa misma”, comenta Szuchmacher en diálogo con Página/12. Apenas dos taburetes, en donde se sientan los actores frente a frente, y una mesa cuadrada en la que aparecen instrumentos no convencionales de percusión, sirven como ambientación ideal para interpretar los 6 personajes, en cuatro actos, que requiere el texto.
Como cierre de las actividades, nada mejor que reflexionar sobre la inmigración que forjó los destinos del país, sin pretensiones históricas ni antropológicas, cuando muchos argentinos desesperanzados emprenden el camino inverso: regresar a la tierra de sus antepasados. Por eso, el domingo, a las 20, Venimos de muy lejos, una creación colectiva del Grupo de teatro Catalinas Sur, dirigida por Adhemar Bianchi, adquiere una vigencia inusitada, a 12 años de su estreno. Concebido como un merecido homenaje a los inmigrantes que le dieron una particular identidad a la Argentina, el espectáculo, que presenta a más de 80 actores en escena, se construye y articula a partir de personajes reales y de ficción, relatos y leyendas de la gente de la Boca. Frente al bálsamo que ofrecerán los distintos espectáculos teatrales, paralelamente, los que se acerquen a la carpa y se animen –si el cuerpo y los años lo permiten– podrán aprender a bailar rock (hoy a las 19), folklore (mañana a las 17.30) o lanzarse al vértigo de las principales disciplinas circenses –acrobacia, malabares, equilibrio y altura–, a cargo de Gerardo Hochman (pasado mañana a las 16). Además, Radio Abierta hurgará en el anecdotario del barrio y sus personajes más representativos (mañana y pasado entre las 15.30 y 16.30).También se realizará un taller participativo de escritura (mañana a las 17.30) y una visita histórica por el barrio, coordinada por el Foro de la Memoria (pasado mañana a las 15.30, Caseros y Monasterio), entre otras opciones.
A pesar de que las causas que impulsan a miles de vecinos a movilizarse parecen aumentar geométricamente en épocas de crisis, no es casual que en la Carpa se presenten, mayoritariamente, espectáculos teatrales. Desde la civilización griega, hace más de 2600 años que el teatro perdura ininterrumpidamente, enriqueciendo el espíritu de los hombres.