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Rodolfo Barra viajará este fin de semana a La Rioja para diseñar la estrategia de defensa de Carlos Menem. El abogado fue convocado de urgencia, tras conocerse el fallo judicial que terminó complicando la situación procesal del ex presidente. Su misión será hacer valer sus “influencias” en Tribunales para evitar que las investigaciones terminen llevando nuevamente a Menem a prisión.
Barra viajará junto a Oscar Salvi, Alejandro Novak y Martín Menem, tres de los integrantes del equipo de defensa del ex presidente. En La Rioja lo aguardará Adrián Menem. Y también Oscar Roger, quien arribará desde Córdoba.
El ex ministro de la Corte Suprema no participará orgánicamente del team que encabezan Salvi y Roger. Pero coordinará con ellos las medidas a tomar en los distintos frentes del proceso, incluso el mediático.
Lo que ya está decidido es “desacreditar” a los integrantes de la Sala B de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Penal Económico. Este tribunal anuló la falta de mérito de Menem, poniéndolo nuevamente de la vereda de los sospechosos en la causa armas.
Anoche, uno de los miembros que participará de la cumbre de La Rioja dio pistas a Página/12 sobre parte de esa avanzada: anunció que se desempolvará una causa por la que fue “procesado” Marcos Grabivker tiempo antes de ascender a camarista.
Grabivker, junto a Roberto Hornos y Carlos Pizzatelli, son los hombres que desvelaron a Menem y a quienes acusó de accionar en su contra porque lo “odian”. La idea del despecho no escapa a la lógica con la que ha encarado Menem su defensa: mostrarse víctima de una persecución política.
Barra es un todoterreno. Fue ministro de Justicia, titular del organismo de control de aeropuertos y de la Auditoría General de la Nación, además de asesor de figuras como María Julia Alsogaray o de empresas como Siemens, que participó de la cuestionada licitación para el negocio de la emisión de los DNI.
El ex polifuncionario –quien decidió eliminar su barba para así zafar de nuevos escraches– se había sumado al lote de menemistas que vieron una “maniobra política” detrás del fallo de la Cámara de Apelaciones, aunque se cuidó de dar nombres.
–¿La Justicia responde a presiones políticas?– preguntó Página/12 a Barra.
–Los jueces y camaristas pueden estar condicionados por un ambiente.
–Lo dice ahora porque hubo un fallo contra Menem.
–Los que se quejaban cuando la Justicia fallaba contraria a sus pretensiones, es decir, a favor de Menem, eran ustedes, los de Página/12.
–Si la Corte, adonde piensan llegar ahora con un recurso extraordinario, termina beneficiando a Menem también se puede pensar entonces que es producto de alguna “influencia”. Usted la tiene ahí.
–Bbbbueno.... mire: yo le diría que si hubiera un fallo del juez en contra de Menem y la Cámara lo confirma, si queremos dejar de lado cualquier sospecha también hay que dejar de lado cualquier sospecha si otro tribunal lo derroca, incluso la Corte Suprema.