ESPECTáCULOS › CHRISSIE HYNDE EN EL LUNA PARK
La dama del rock se desenchufó
Lejos de los Pretenders, brilló con un concierto relajado, plagado de covers.
Por Roque Casciero
“¿Están listos para rockear?”, soltó Chrissie Hynde apenas se plantó en el escenario del Luna Park el sábado pasado. “Pues no lo estén”, contestó a los gritos del público. No hacía falta mucho para darse cuenta de que la pregunta no era un cliché rockero más sino una broma de la ¿ex? líder de Pretenders: no había una sola guitarra eléctrica a la vista y ella se había ocupado de anunciar, en entrevista con Página/12, que se trataría de un concierto acústico. En su penúltima visita a Brasil, la cantante nacida en Akron, Ohio, se enamoró del sonido de Moreno Veloso + 2, el trío que lidera el hijo de Caetano; cuando le plantearon la posibilidad de una gira unplugged, la gran dama del rock escribió una larga carta a sus amiguitos brasileños, pidiéndoles que la acompañaran en vivo. El resultado de la nueva búsqueda musical de Hynde empezó a palparse en su primer concierto argentino: menos rock y menos volumen, más melodía para que resalte su bella y perenne garganta. Así que, si alguien estaba preparado para rockear, seguramente debe haber pasado buena parte del show a los bostezos. Para el resto, fue puro disfrute.
De todos modos, quien más pareció gozar del show fue Hynde, como si se sintiera relajada al no tener que repetir el esquema de Pretenders. De las primeras quince canciones que tocó, sólo una –la segunda– fue una composición suya para esa banda: Samurai, del disco Viva el amor! Hizo, eso sí, un par de covers que ya había grabado con el grupo, como Himn to her (una canción de una amiga de Hynde grabada por Pretenders) y I Go to Sleep (Ray Davies, líder de los Kinks y padre del hijo de la cantante). El resto se repartió entre temas de Veloso Jr. (Nenhuma en portugués y Para xo en español), de Veloso padre (Empty Boat, curioso modo de abrir el show), Chet Baker (I Get Along with you), John Lennon (Bless you y Don’t Let me Down), Radiohead (Creep) y Bob Marley (Wait in Vain). Lo que los fans habían ido a buscar llegó al final y a cuentagotas, con hits de Pretenders como Back on the Chain Gang, Middle of the Road y Don’t Get me Wrong. Y, fiel a sus principios de vegetariana y defensora de los derechos de los animales, les dedicó a éstos una hermosa versión de I’ll Stand by you. Apoyada en la suavidad de Moreno Veloso y la complicidad con Adam Seymour (guitarrista de Pretenders), Hynde se animó con temas que apenas habían ensayado y en algunos casos se notó: parecía un fogón de notables al que había sido invitado el público.
¿Será éste el certificado de defunción de Pretenders? Al fin y al cabo, la banda siempre fue una especie de seudónimo de Hynde, la única miembro que nunca cambió. Hacia el final del show en el Luna, la cantante prometió que iba a regresar para tocar “más canciones de Moreno” y, desde la platea, una chica gritó que había esperado mucho para escuchar temas de Pretenders. Hynde le respondió que debería haber ido a ver antes a la banda: “Estuvimos juntos veinticinco años” (nótese el tiempo pasado del verbo). Pero luego, como si de repente se diera cuenta de que nunca antes había pisado Buenos Aires y de que no todos sus fans podían viajar a verla a Inglaterra (donde se formó la banda), le dedicó a la dama del pedido Brass in Pocket, el primer hit de Pretenders. Y, entusiasmada, se prendió en un soulero dueto con Veloso Jr.: ambos parados al borde del escenario y con una desprolija versión de My Girl, de los Temptations, cerraron una noche distinta para una figura del rock en busca de nuevos horizontes.