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El músico británico Robbie Williams ofreció ayer una conferencia de prensa que prologó sus únicas actividades en su primera visita a la Argentina: una aparición televisiva anoche en El show de Videomatch y un show privado que concretará hoy en los estudios Teleinde de Martínez. En el marco de un clima caótico y con un Williams irónico, la breve rueda de prensa se realizó en La Esquina Carlos Gardel, frente al shopping Abasto. Los incansables gritos de las fans que se agolparon alrededor del local sirvieron como cortina de fondo de una ronda de preguntas que el artista respondió tras hacer jueguito con una pelota de fútbol y tener en sus manos la camiseta de la Selección Nacional. Williams anunció que volverá a la Argentina en el 2006 para presentarse en River, y señaló que desde que llegó al país, el sábado, “sólo pude ver la habitación”. “Hasta ahora no he podido ver nada porque miles de fanáticas rodeaban el hotel, tuvimos que cubrir las ventanas por los fotógrafos, pero igual son muy amables”, señaló. Williams, de 30 años, prefirió no ahondar acerca de la política del presidente de EE.UU., George W. Bush, y de Tony Blair. “Mi trabajo es entretener y cuando se trata de política soy un artista pop. Honestamente siento pena por Tony Blair, supongo que le pesará en su conciencia haber apoyado a Bush, pero no quiero hablar de temas políticos, eso me trae muchos problemas”, dijo.