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Ya es sabido: Michael Jackson no tiene remedio. A pocos días de enfrentarse al juicio por abuso de menores, el cantante estadounidense agasajó a 200 niños y adolescentes en su residencia de Neverland, California. El grupo llegó el viernes a la mansión del autodenominado “Rey del Pop” para pasar un día en el parque de diversiones y el zoológico que el cantante se hizo construir en la residencia. Desafiante, pero prevenido por sus abogados, Jackson prefirió mantenerse alejado de los niños: a la distancia, los saludó con un “Los quiero mucho, Feliz Navidad”. Los visitantes, de entre 4 y 15 años, llegaron a la mansión en autobús y después, a bordo de un trencito, fueron llevados al parque de diversiones, al zoológico y al cine-teatro de la residencia. Un portavoz del cantante, Raymone Bain, buscó evitar todo perfil polémico y aseguró que grupos similares de niños llegan a Neverland al menos tres veces al mes. “Esta visita no guarda relación con el proceso por molestias sexuales a niños contra el cantante, fijado para el mes próximo”, señaló. El rancho Neverland fue allanado nuevamente por la policía a comienzos de este mes, en las actuaciones que se siguen por la acusación de abuso sexual a un menor, cuyo proceso comenzará el 31 de enero de 2005.