ESPECTáCULOS
“El hijo de la novia” sigue haciendo escuela
El film de Juan José Campanella será proyectado hoy por la tarde en el estadio Obras, en una función a beneficio de las escuelas públicas porteñas.
Por Oscar Ranzani
Para quienes no tuvieron oportunidad de verla en el cine será la ocasión ideal para disfrutar de una gran película argentina. Aquellos que la vieron o trasnocharon en la última entrega de la Oscar esperando la posibilidad de un premio podrán encontrarse con los protagonistas que los conmovieron. El hijo de la novia, de Juan José Campanella, se proyectará hoy a las 16.30 en una pantalla gigante del estadio Obras. El evento está organizado conjuntamente por la Secretaría de Educación de la Ciudad de Buenos Aires y la cadena Hoyts General Cinema. La función será a total beneficio de los alumnos de las escuelas públicas porteñas, ya que la entrada consiste en la donación de útiles escolares. En el estadio estarán Norma Aleandro, Ricardo Darín, Eduardo Blanco, Claudia Fontán y el coguionista Fernando Castets, quienes, previamente a la proyección del film, dialogarán con Jorge Guinzburg.
En el salón de actos de la dependencia gubernamental las preguntas estuvieron en boca de los alumnos primarios de la escuela Entre Ríos. Los chicos se dieron el gusto de entrevistar a Darín y a Castets, a quienes les plantearon inquietudes que les surgieron al ver la película y les obsequiaron dibujos. También leyeron dos cartas de agradecimiento al secretario de Educación de la Ciudad, Daniel Filmus, quien abrió el acto señalando que el evento de hoy cumple dos funciones: “Por un lado, es un evento solidario porque la entrada va a ser en apoyo a las escuelas públicas de la ciudad. Los útiles que traigan van a ser de mucha ayuda para nuestros chicos. En la situación de crisis que vive el país y, en particular la ciudad, sin esos útiles y sin ese apoyo es muy difícil que puedan continuar estudiando”, argumentó Filmus. La segunda función tiene que ver con “rendirle un homenaje a El hijo de la novia, ya que es un orgullo el aporte que ha hecho a la cultura”.
Antes de responder las preguntas, Darín expresó que este tipo de iniciativas debería multiplicarse “en función de las necesidades que vamos teniendo no sólo en la ciudad sino en el resto de las provincias”. El actor manifestó el deseo de que este tipo de propuestas “puedan servir mínimamente como ejemplo para que todos seamos un poco más solidarios en una era en la que lo más difícil es entender cuáles son los problemas que tienen nuestros hermanos, compañeros y amigos”. El protagonista de El hijo de la novia aludió a la dirección equivocada hacia la que se dirige el mundo actual. “Hay una falsa idea de que si no miramos lo que ocurre a nuestro alrededor y si no nos interesamos por lo que pasa con nuestros amigos y compañeros, es una manera de cuidarnos más nosotros. En realidad, eso es una gran falsedad porque la única manera de que podamos disfrutar lo poco o mucho que podamos conseguir es, en principio, poder compartirlo. Y este tipo de ideas son buenas fundamentalmente porque nos acercan mucho. Necesitamos estar juntos, unidos y tratar de ver cómo solucionamos entre todos las cosas graves y las otras que nos pasan”, enfatizó antes de un aplauso generalizado.
Luego de manifestar su alegría por haber estudiado en la escuela pública al igual que sus hijas y de la emoción que le provocó compartir un momento con alumnos primarios, Castets respondió varias preguntas relacionadas con sus expectativas al ver la película terminada con su guión, sobre los sentimientos que se le despertaron al escribir el libreto y, entonces, aprovechó para dejar un consejo: “Hay algo que es importante para cualquiera que escriba y tiene que ver con acordarse cuál fue la primera impresión, porque después uno lo lee y lo lee y no le gusta tanto”. Al ser consultado sobre qué lo motivó a realizar el guión, Castets reflexionó sobre la mediana edad. “La gente que está cerca de los 40 años se preocupa por las cosas de todos los días, los problemas económicos, lo que llamamos ‘lo urgente’. Por eso no se le presta demasiada atención a lo importante. Esta diferencia entre lo urgente y lo importante es bueno tenerla en cuenta para trabajar”, argumentó el guionista.