ESPECTáCULOS › LA SERIE DE CULTO “SEX AND THE CITY” SE EMITIRA AHORA POR CINECANAL
Ellas toman la sartén por el mango
El cuarto año de la serie, que en la Argentina fue rotando de canal en canal, tendrá invitadas especiales como Lucy Liu y Sonia Braga, que será amante... de una de las chicas.
Por Verónica Abdala
Sus fans adoran una particularidad que hace que para otros “Sex and the city” resulte intolerable: que sus cuatro protagonistas femeninas experimentan el sexo con la misma desfachatez libertina que antes, dentro y fuera de la pantalla, sólo estaba permitida a cierta clase de hombres. Los personajes que interpretan Sarah Jessica Parker, Kristin Davis, Cynthia Nixon y Kim Cattrall, mujeres neoyorquinas, desprejuiciadas y solteras, se dan el gusto de practicar el sexo cómo y con quién les viene en gana, de disfrutarlo e intercambiar abiertamente sus pareceres sobre cuestiones tan urticantes como los últimos modelos de vibradores o la forma más eficaz de llegar al orgasmo. Es demasiado para ciertas mentes pacatas. Sobre todo aquellas que, más allá de las situaciones concretas que el programa exhibe, rechazan el planteo que corre bajo la superficie: la vinculación entre sexo y poder, y la posibilidad de que las mujeres –en este caso televisivas– tomen la sartén por el mango y se liberen de sus complejos más antiguos.
A esta serie hay que reconocerle, en términos de la aceptación que suscitó desde su aparición en 1998, méritos por partida doble. Primero conquistó al público, que la hizo popular y recomendada. Después, conquistó a los críticos, que la premiaron masivamente (obtuvo hasta aquí seis premios Golden Globes, el premio a la Mejor Serie 2002 en los Emmy Awards, dos premios como Mejor Serie en las ediciones 2001 y 2002 de los Golden Satellite Awards, dos premios al vestuario en los CDG Awards y un premio de la Screen Actors Guild Awards, entre otros). Tercero, salió del ámbito de la televisión estadounidense para convertirse en un motivo de comentario en docenas de países donde se da. A tal punto se convirtió en un programa de culto para miles de espectadores de todo el mundo que en Nueva York existen circuitos de restaurantes, bares, boliches y comercios que proponen a los fanáticos que llegan a la ciudad plegarse a los recorridos de las chicas de la ficción. Las revistas Time y People le dedicaron sendas tapas al fenómeno. Time publicó una encuesta que indica que para la mayoría la serie es un retrato “realista y actual” de las mujeres solteras.
En el mes que ya comienza, finalmente se estrenarán en la Argentina los capítulos de su cuarta temporada en el cable. Mientras, en su país de origen, finalizan las grabaciones de la quinta temporada, que evolucionó a la par del embarazo de Parker (en pareja con el actor Mathew Broderick), principal protagonista y narradora de estas historias a su modo revolucionarias, que contribuyen a la renovación definitiva del arquetipo de mujer que hasta ahora mostró la televisión. A partir del 19 de julio, y tras su paso por HBO, The Film Zone y América, “Sex and the city” se exhibirá ahora por Cinecanal (viernes a las 22). Para buscar variantes, cada uno de los 18 capítulos fue escrito y dirigido por un equipo distinto de profesionales, y algunos cuentan con la participación de invitados que darán que hablar: entre ellos, la modelo Heidi Klum y Edward I. Koch, ex alcalde de Nueva York (en “Mi yo real”, el 26 de julio), la actriz Lucy Liu (en “Quiero, puedo... ¿debo?”, el 27 de setiembre) y la brasileña Sonia Braga, quien interpretará a la amante de una de las chicas.
En la ficción, Samantha (Kim Cattrall) es una ejecutiva de relaciones públicas que se prende en cuanta aventura erótica se le presente y nunca siente culpa. Charlotte (Kristin Davis) aparece como una mujer bastante más conservadora y romántica. Miranda es una prestigiosa abogada más segura en el plano profesional que en el de los afectos. Carrie Bradshaw, centro y excusa para la exposición de las demás historias, es una ecléctica columnista del diario New York Star –inspirada en Candence Bushnell, del semanario New York Observer– que se especializa en temas sexuales. Definitivamente, ninguna pertenece a la clase de las chicas que casi siempre parecen obligadas a pedir perdón.