SOCIEDAD › LOS MEDICOS ADVIERTEN UN FUERTE AUMENTO DE LOS CASOS DE SARNA

La comezón del año de la crisis

Los dermatólogos coinciden en señalar que tanto en hospitales públicos como privados se viene registrando un fuerte aumento de los casos de sarna y lo adjudican a la crisis. A muchos chicos los internan, porque temen que sus padres no tengan acceso a medicamentos.

 Por Pedro Lipcovich

“Desde hace unos días tengo una picazón, pero ¿cómo va a ser sarna si yo soy limpito y de clase media?”, sostiene cualquiera de los próximos en recibir el diagnóstico de una enfermedad que viene extendiéndose a distintos sectores sociales. Servicios de dermatología de hospitales públicos y privados detectan el aumento de casos de sarna, vinculado con “el empeoramiento de las condiciones socioeconómicas”, según un jefe de servicio: la sufren más los más humildes porque el hacinamiento y la falta de elementos de higiene facilitan el contagio y complican la curación. Nadie se muere de sarna, pero las infecciones causadas por el rascado pueden ocasionar complicaciones graves y, además, vienen a ejemplificar las deformaciones de la atención de la salud en la Argentina: como muchos padres de chicos enfermos no pueden comprar los antibióticos para estas infecciones, en el hospital los internan para poder tratarlos: se curan, pero el gasto total del sistema es, por supuesto, muy superior al que implicaría otorgar a esos padres el acceso a los medicamentos.
“La sarna, como otras enfermedades vinculadas con la pobreza, está en aumento”, afirmó Fernando Gatti, director de educación médica de la Sociedad Argentina de Dermatología y jefe de servicio en el Hospital Francés: “Esto se advierte en nuestro servicio, que atiende a franjas medias y medias bajas, y más todavía en los hospitales públicos”.
En efecto, José Antonio Mássimo –director de la carrera de Especialista en Dermatología Pediátrica de la UBA en el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez– estimó que “éste es el año en que más casos de sarna estamos atendiendo, de los 20 que llevo en el hospital”, y vinculó este hecho con que “al empeorar las condiciones socioeconómicas, se agravan el hacinamiento que lleva a compartir ropas y camas, y las dificultades para la higiene”. Además, los meses en los que se registra mayor prevalencia de sarna son los invernales.
La sarna se manifiesta por vesículas o granos “pero el síntoma más importante es la picazón, especialmente de noche en la cama”, precisó Edgardo Chouela, jefe de dermatología del Hospital Argerich y profesor en la UBA. La picazón es “especialmente entre los dedos de las manos, en las muñecas, las axilas, la cintura, los genitales o la cola; es raro que se presente en la cara o las extremidades”. La causa de que pique tanto es “una reacción alérgica del organismo por las deyecciones y restos producidos por el bichito que se ha alojado bajo la piel”. Literalmente es un insecto, un ácaro llamado Sarcoptes scabiei, que se alimenta de la sangre de su huésped.
La trasmisión se concreta por los huevos del bichito, que se desprenden con las descamaciones de la piel: “Se contagia a familiares o personas convivientes: es improbable, en cambio, que pueda trasmitirse en un colectivo o en un colegio”, aclaró Chouela.
El especialista del Argerich advirtió que “toda persona que sufra una picazón en el cuerpo durante más de una semana debe consultar: mucha gente se demora en hacerlo, ‘¿Cómo voy a tener sarna yo, si es una enfermedad de la gente sucia o inculta?’. Pero no es así, cualquiera puede tenerla, y, como durante muchos días la única manifestación es el picor, en ese tiempo se contagia al grupo familiar”. Es que, comentó Gatti, “esta enfermedad presenta lo que llamamos ‘espíritu de familia’: una vez que aparece, se disemina a los convivientes”.
Cualquiera puede enfermar, pero la miseria perpetúa la sarna: “Todo tratamiento debe acompañarse de medidas higiénicas para el grupo familiar: los huevos del parásito permanecen hasta 48 horas en la ropa, de modo que toda, incluidas las sábanas, debe lavarse y plancharse, o por lo menos quedar dentro de una bolsa durante un par de días; se recomienda la remoción diaria de la ropa de cama, y todo esto puede ser difícil para muchas familias”, señaló Gatti. La principal complicación de la sarna son las infecciones de la piel. “Por el rascado –explicó Mássimo–, la piel se erosiona, entran bacterias y se producen infecciones.”
–... Que serían fáciles de curar con antibióticos, pero muchas personas no tienen acceso a los medicamentos –observó Página/12.
–Así es. Por eso muchas veces, cuando advertimos que la familia no está en condiciones de comprar el remedio, resolvemos el problema internando al chico, generalmente por tres o cuatro días. Por supuesto que esto trae inconvenientes: no tenemos camas libres, estamos trabajando a full y tuvimos que poner camas supernumerarias. Y claro que esto no pasa solamente con la sarna: a las razones médicas que llevan a la internación, hay que agregar hoy en día estas razones sociales –contestó Mássimo.

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En los hospitales coinciden en que este año hay muchos más casos de sarna que los anteriores.
Como se deben tomar antibióticos, algunos chicos son internados para asegurar que se curen.
 
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