ESPECTáCULOS
Documentos de la década infame
El Grupo Boedo presenta sus videos sobre los marginados de la era Menem.
Por Emanuel Respighi
El cine testimonial, como registro de la realidad cotidiana de las sociedades, es una expresión imprescindible a la hora de combatir la desmemoria. Al cristalizar momentos, problemáticas o acontecimientos que marcan a fuego la historia de un pueblo, el cine testimonial se presenta como una mirada que hace presente aquello que ya pasó, pero que bien puede servir para explicar el actual estado de cosas. Bajo esta idea, el grupo Boedo Films organizó el ciclo de cine “Testimonios de otra década infame”, una muestra de videos documentales que refleja la crisis económica, social y cultural que atraviesa el país. El ciclo, que se presenta desde hoy, a las 20.30, en La Fábrica-Ciudad Cultural (Querandíes 4290), continuando todos los jueves de julio, está compuesto por seis trabajos realizados por el grupo de cine independiente desde 1992 hasta la actualidad. La entrada costará 2 pesos y se realizarán debates al término de cada proyección.
Fundado a principios de la década del 90 por cuatro egresados del Instituto de Arte Cinematográfico de Avellaneda, el grupo Boedo –nombre que hace referencia al movimiento literario argentino de los años 20– ya realizó una docena de documentales que retratan las experiencias de los sectores que resisten a los embates de las políticas neoliberales consolidadas por el menemismo. “El 20 de diciembre último marcó un quiebre en la historia argentina y en el lugar que ocupa el cine testimonial”, apunta Claudio Remedi, uno de los creadores del grupo. “Hasta esa fecha, hacer este cine era bastante marginal, las historias no tenían repercusión. Tal vez porque la gente vivía una especie de ‘primavera’ marcada por la estabilidad. Las voces que se alzaban contra las políticas neoliberales estaban en la periferia. Hoy, en cambio, hay una necesidad social muy grande de rever y analizar lo que sucedió en el país. Por eso creemos que el ciclo es una buena oportunidad para ver materiales que muestran fragmentos del proceso reciente que devastó la sociedad argentina”, remarca.
La muestra se abrirá esta noche con la proyección en continuado de tres películas, cada una de las cuales aborda distintos focos de conflicto de un mismo problema: el resquebrajamiento del tejido social ante la pérdida de la fuente de trabajo. La jornada comenzará con la proyección de No crucen el portón (1992, dirigida por Remedi), que se centra en la intensa lucha que los obreros de Somisa y el pueblo de San Nicolás emprendieron contra la privatización de la fábrica siderúrgica por parte del gobierno de Carlos Menem. A su término, se emitirá Después de la siesta (1994, Remedi y Eugenia Rojas), un video que da cuenta del levantamiento de los habitantes de Santiago del Estero a raíz de la falta de pago de los sueldos estatales, el desmantelamiento industrial y el nivel de corrupción de la clase política nacional. Control obrero. Los trabajadores de Brukman (2002, Sandra Godoy, Remedi, Lucas Martelli, Oriana Tizziani y Carlos Broun) será la película que cerrará la jornada. En ella, el grupo de documentalistas rescata la toma de la fábrica Brukman por parte de un grupo de obreras, ante la decisión de los dueños de cerrar la empresa por problemas financieros.
La muestra continuará el jueves 11 con la proyección de Fantasmas de la Patagonia. Dirigido entre 1994 y 1996 por Remedi, el documental centra su mirada en las terribles consecuencias que produjo en el pueblo de Sierra Grande el decreto presidencial que declaró el cierre definitivo de la mina de hierro Hipasam, principal motor de la economía local. La película fue todo un experimento para los integrantes del grupo. “Contamos la historia como si fuera de ficción, ya que mostramos la cotidianeidad, el día a día, de los habitantes del pueblo. La historia avanza a partir de las actividades de un grupo de personas de un pueblo devastado, intentando ver qué hacer con su futuro y tratando de pelear por otro destino”, explica Remedi.
El documental de Gabriela Jaime, Jorge Giannoni, NN ese soy yo, será el film que se exhibirá el 18. Realizado en el 2000, la película narra unahistoria cuya temática difiere de la línea general que signa la filmografía del grupo Boedo. Aquí, Jaime se propone reconstruir la historia de Giannoni, un cineasta argentino de los años ‘60 y ‘70, que alguna vez colaboró con Raymundo Gleyzer, el brasileño Glauber Rocha y el mismísimo Federico Fellini en el rodaje de Roma. Por último, cerrando el ciclo, el 25 será el turno de Agua de fuego (2001, Candela Galatini, Godoy y Remedi), que refleja la vida cotidiana de los habitantes del pueblo neuquino de Cutral-Có, víctimas de la privatización de YPF.