EL PAíS
Los rebeldes del PJ quieren que se vayan todos; los otros, no
Senadores y diputados díscolos del PJ reiteraron la necesidad de renovar todos los mandatos. Pero el resto de las bancadas peronistas se niega. Nuevo proyecto en Diputados. La UCR.
Por Eduardo Tagliaferro
Nunca más cierto el dicho de que el hombre es esclavo de las palabras que pronuncia. Al día siguiente de que Eduardo Duhalde dijera que entre sus deseos estaba el de que “se pudiera elegir a todas las autoridades” pero que esto era una atribución del Congreso y de los gobiernos provinciales, los denominados rebeldes del peronismo se hicieron eco de sus ganas e insistieron con la necesidad de aprobar una nueva ley de acefalía que dé por finalizado todos los mandatos. Es decir que se vayan todos. Un legislador ultraduhaldista admitió a Página/12 que no estaba en contra de la caducidad de los mandatos, pero aclaró que sólo era posible luego de “una reforma constitucional”. Por las dudas insistió en que “no creía que hubiera tiempo para realizarla” y que “no existía el voto favorable de los dos tercios para aprobarla”.
El proyecto de acefalía, cuya autoría es de Cristina Fernández de Kirchner, está siendo discutido en la Comisión de Asuntos Constitucionales que precisamente preside la santacruceña. En la norma se contempla la declaración del estado de emergencia institucional y política que permitiría la renovación de todos los cargos.
Los senadores Jorge Yoma, Jorge Busti, Graciela Bar, Kirchner y los diputados Arturo Lafalla, José Falú, Ricardo Lolo Gómez, Eduardo Conte Grand y Julio Gutiérrez, insistieron ayer con su iniciativa, en una rueda de prensa que realizaron en el Salón de los Pasos Perdidos de la Cámara baja.
La idea de los legisladores es impulsar “una renovación total de las estructuras políticas e institucionales de la Nación, de las provincias y de los municipios”. Así lo resaltó Yoma, quien recordó que “si la emergencia autoriza a los poderes a conculcar derechos constitucionales de los ciudadanos, como son el derecho de propiedad, la estabilidad del empleado público, el salario y al amparo, ¿por qué no en virtud de la emergencia entonces caducar todos los mandatos para que el pueblo tenga la posibilidad de renovar totalmente los cargos?”.
Según remarcaron los parlamentarios, en los últimos fallos de la Corte Suprema hay jurisprudencia que convalida las situaciones de emergencia. Con el dato buscan resaltar la viabilidad de la iniciativa. También le dedicaron un espacio a criticar a los más fieles parlamentarios del oficialismo. Así como se acordaron de los dichos del Presidente, relataron que como contraste son precisamente sus hombres en el Congreso los que no concurren a las comisiones para hacer viable la sanción de una norma que permita la renovación de todos los cargos electivos.
Para reforzar el reclamo, los diputados presentarán en la Cámara baja un proyecto similar al que Kirchner impulsa en el Senado. Mientras la santacruceña insiste en la necesidad de “que las internas partidarias sean obligatorias”, el riojano Yoma entiende que en esta elección cada partido tendría que resolver su interna de la manera que considere pertinente. De esta manera, la reciente ley de internas abiertas y simultáneas comenzaría a correr para los próximos comicios.
Al fundamentar sus posiciones sostienen que todo se explica por lo excepcional de la crisis y del actual escenario político. “Si al próximo presidente le damos un país con 30 por ciento de desocupados, 15 millones de pobres, la ausencia del crédito internacional y la falta de reservas monetarias, lo menos que podemos concederle es un Congreso con las mismas mayorías que lo eligió”, comentó Yoma a este diario.
“Vamos a seguir impulsando esta discusión dentro del Bloque Justicialista y en la Cámara para poder resolver dentro del marco de las instituciones esta demanda de la sociedad y del propio sistema democrático”, confió Kirchner a Página/12. La senadora resaltó que planteaba la “revalidación de todos los cargos electivos, aun cuando lalista que encabecé obtuvo el 62 por ciento de los votos y mi mandato debiera ser por cuatro años”. Todo ocurre frente al silencio de los duhaldistas y de los radicales, los más cascoteados y los que según las encuestas son los que más tienen para perder.