ESPECTáCULOS › FINALIZA PARA SIEMPRE LA SERIE “LOS EXPEDIENTES SECRETOS X”
Hoy se terminan todos los misterios
El programa que cambió todo en materia de series de misterio llega al fin de su novena temporada. En el capítulo definitivo se verá a Mulder, que regresa sólo para eso, descubriendo la fecha exacta de la invasión alienígena.
Por Roque Casciero
Todo concluye al fin, hasta “Los Expedientes Secretos X”. Esta noche, en su tradicional horario de las 22, Fox emite el último capítulo de una de las series más impactantes que se hayan hecho sobre lo paranormal. Para darle la despedida, esa señal de cable programó el capítulo en el que los agentes del FBI visitan a los Simpson (“Los Expedientes Springfield”, a las 20.30) y el piloto original, por primera vez subtitulado. Ahora bien, si el anuncio del final de la serie –y esta nota– hubieran aparecido hace tres años, la evaluación sería bien diferente. Las últimas temporadas, sobre todo desde el alejamiento de David Duchovny, no fueron lo mismo que antes: se perdió algo de ese halo de misterio que mantenía a los espectadores en vilo y se tornó demasiado evidente que el productor Chris Carter hacía lo imposible para estirar una historia que debía haber cerrado hace tiempo. Nada puede quitarle la fama, los millones y los premios (17 Emmys y 7 Golden Globe) a Carter, pero queda la sensación de que una serie destinada a la grandeza –en términos televisivos, se entiende– llegó al final con sabor a comida recalentada.
Los “Expedientes” lograron activar la paranoia de millones de espectadores en todo el mundo, que en poco tiempo se convencieron de la existencia de una conspiración del gobierno de los Estados Unidos con extraterrestres que pretendían invadir la Tierra. El mayor atractivo de las primeras temporadas era que transmitía la sensación de que no todo estaba contado y que uno podía imaginar una gama de atrocidades alienígenas posibles. Eso, mezclado con la tenacidad del agente Fox Mulder (Duchovny) y la incredulidad –que luego cambió– de su compañera Dana Scully (Gillian Anderson), más la ambigua relación entre ambos, eran tan atrapantes como las abducciones extraterrestres, los efectos especiales y algunos guiones magistrales.
Todo eso empezó a desmejorar en las últimas temporadas. Primero, Duchovny logró una reducción de su participación, hasta finalmente desaparecer en el noveno año. El actor sostuvo una dura lucha con los ejecutivos de Fox, por motivos económicos y porque quería dedicarse a otra cosa. “Mulder” tuvo la visión de la que careció Carter, pero siguió ligado incluso tras lograr su ansiada liberación. Durante la novena y última temporada pudo darse el gustito de dirigir un capítulo, y regresó para “La verdad”, lo que se verá esta noche. La ausencia de Mulder fue reemplazada por dos nuevos agentes: John Doggett (Robert Patrick) y Mónica Reyes (Annabeth Gish). A muchos le sonó a recurso pobre, a ataduras de alambre para no matar a la gallina de los huevos de oro.
Y ahora llega el final: Mulder se cuela en un complejo militar y descubre la fecha de la invasión final de los alienígenas. Es capturado y sometido a un juicio increíblemente injusto (que se aprovecha para constantes flashbacks), y se escapa de una cárcel militarizada con una facilidad pasmosa. Hay viejos personajes que retornan, algunos como fantasmas que sólo Mulder puede ver. Hasta encontraron lugar para la muerte del Fumador, el hombre que manejó los hilos de la conspiración. La suerte está echada: el 22 de diciembre de 2012 (el último día del calendario maya), los extraterrestres desembarcarán, pero Mulder y Scully no piensan resignarse pese a que todo parece estar en contra. “Quizás haya esperanza”, son las últimas palabras del agente, recostado en una cama de un hotel junto a su compañera.
Carter tampoco está convencido de perder a su bebé. Decidió terminar porque el rating no lo acompañó en el último año, en el que tuvo más competencia de la que podía soportar: la primera semana se emitió al tiempo que se estrenaba por TV Rescatando al soldado Ryan y la segunda hubo un show en directo de Britney Spears. Sin embargo, ya tiene en mente una segunda película que tal vez se vea en 2004. Duchovny dio el sí y Anderson está más que deseosa de volver a ser Scully. Ojalá el productor recuerde que la verdad no tiene que ser minuciosamente explicada, porque siempre estuvo ahí fuera.