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¿La recesión tocó fondo? ¿La actividad económica se arrastra por el piso, o existe un punto de inflexión que da vida a una incipiente recuperación? ¿Todavía se puede seguir cayendo? El ministro Roberto Lavagna viene defendiendo hace días la idea de que la economía entró en una fase de recuperación, “hace 100 días”, exageró. Sin embargo, las preguntas anteriores generan un encendido debate, incluso en la propia tropa del equipo económico. El Centro de Estudios para la Producción (CEP), dependiente de Economía, elevó un informe al ministro, analizando la cuestión: tímidamente, sugiere que podría haber un “rebote” en el nivel de actividad. Pero el último informe de la consultora Ecolatina, think tank del lavagnismo –uno de los economistas principales es su hijo, Marcos Lavagna– es escéptico: “es aún prematuro suponer que se ha ingresado en una etapa de recuperación”, afirma.
La publicación por parte del Indec que las ventas en supermercados y shoppings cayeron alrededor del 27 por ciento en julio, y que la construcción se derrumbó un 40 por ciento, siempre en relación con igual mes del año pasado, debilitó el argumento de Lavagna de que, simultáneamente con la calma financiera, la economía habría ingresado en una etapa de recuperación.
Pero aun así, vale la pena reflejar la discusión que sobre el tema se está dando en las propias filas del ministro. El informe del CEP que recibió Lavagna se titula con un interrogante: “¿Meseta o rebote?”, y es parte del habitual “monitoreo de la actividad industrial” que efectúa el organismo.
Los técnicos de Economía reconocen ahí que los números de julio plantean dificultades para seguir sosteniendo la idea de la “reactivación”. Lo dicen sin vueltas. “En julio se interrumpió la incipiente tendencia ascendente del nivel de actividad industrial de los dos meses anteriores. Con una caída de 1,5 por ciento, la producción retrocedió la mitad de lo que había crecido desde su piso de abril”, explica el documento. Pero, aún así, ratifica las impresiones del ministro: “Pese a que este indicador le quita algo (sic) de probabilidad a la hipótesis de que estamos frente a un rebote del nivel de actividad, sigue vigente la idea de que estamos en un punto de inflexión, con diferentes señales que permiten pensar en cierta recuperación de la producción de cara a los próximos meses”, destaca el memo.
Los indicadores que el CEP ofreció al ministro para argumentar en favor de la recuperación son los siguientes:
- El índice de difusión de Fiel (que mide la proporción de sectores que están en crecimiento) “parece prever que la producción ha comenzado a mejorar en una proporción mayor de sectores, aunque desde niveles muy bajos”.
- “A partir del mes de junio más del 20 por ciento de los sectores industriales han aumentado su producción”.
- “En los primeros siete meses de 2002, 8 sectores registran incremento en el nivel de actividad. En julio, 11 sectores ven aumentar su nivel de actividad en relación con igual mes del año anterior”.
- “Ciertos bloques productivos parecen haber dejado atrás los bajos niveles de producción de los primeros meses del año, iniciando como tendencia una fase de cierta recuperación de sus niveles de actividad: automotor, metalmecánico, textil, caucho y plástico”.
- “Mejora del humor.” Según la encuesta cualitativa mensual del Indec entre industriales, “desde julio la cantidad de encuestados que prevé un crecimiento de su demanda supera a la que prevé un descenso”. En tanto, “desde abril son más quienes esperan un incremento de la utilización de su capacidad instalada respecto de quienes anticipan una reducción”.
- “Si bien algo tenue, se observa una mejora en la confianza del consumidor según la encuesta realizada mensualmente por el Centro de Investigaciones en Finanzas de la Universidad Di Tella”. * “El índice que anticipa el comportamiento de la producción industrial (llamado líder) –recientemente desarrollado por el CEP– ha mostrado una recuperación en los últimos meses, más cierta reversión en el mes de julio”, admite el resumen preparado para Lavagna.
Frente a este documento, la consultora Ecolatina, fundada por Lavagna y donde trabajan varios “asesores informales” del ministro, también aborda la cuestión en su último informe, titulado con otro interrogante: ¿Se puede afirmar que se tocó fondo? Al igual que el CEP, Ecolatina escarba buscando distintos indicadores que muestren un cambio de tendencia (construcción, servicios públicos, variables laborales), encontrando apenas alguna desaceleración en la caída. Así, llega a una conclusión menos optimista. “Los meses de julio y agosto, principalmente, marcan el ingreso a una fase de mayor tranquilidad financiera y cierta estabilidad de las expectativas”, sostiene. Pero aclara que “estos avances son insuficientes para incentivar un mayor consumo y disparar decisiones de inversión, problemas agravados por la falta de crédito”. Y concluye que “es prematuro suponer que se ha ingresado en una etapa de recuperación. Existen todavía demasiados condicionantes por resolver, que podrían revertir los aparentes cambios de tendencia de las variables reales”, alerta.