ESPECTáCULOS
Dieciocho años para un imperio
La idea –una idea de Carlos Avila, se sabe– nació hace 18 años, aunque recién en 1991 comenzó a tomar forma como se la conoce hoy. Con el paso del tiempo, cada vez hubo más lugar para la experimentación audiovisual y menos para el fútbol. El rating no ha acompañado al programa en los últimos domingos. Sin embargo, el mecanismo, después de tanto tiempo, está perfectamente aceitado. Desde 1985, Fútbol de Primera se convirtió en un monopólico negocio de Carlos Avila. Desde allí, el magnate todopoderoso construyó su imperio. Pero en el interior del programa, todo depende de cómo va el campeonato, los equipos, del resultado de la tabla que se construye durante cada domingo.
Desde el cuartel central del 13, el productor general Gonzalo Mozes coordina la ingeniería que maneja la televisación. Los que se van jugando sobre la tarde van siendo editados a medida que pasan los minutos. Cada partido se edita en cuatro fragmentos. Y cada cinco minutos se chequea cómo va el asunto para reeditar lo que sea necesario. Dependiendo del resultado final y de lo que suceda con otros partidos, se decidirá cuánto dura su emisión. Otro equipo busca las polémicas que después Enrique Macaya Márquez elegirá personalmente. Y será estudiada por el telebeam.
Mientras tanto, otra parte de la producción se dedica a Lo que viene. Por lo general, se hacen dos informes fílmicos, “pero este campeonato ya está medio cocinado”, según decían los productores cuando Boca sólo estaba en el umbral del campeonato finalmente obtenido. Por eso, el domingo pasado se hizo uno solo. Fútbol de Primera tiene una cámara única en el país, llamada Super Motiony, valuada en U$S 350.000, capaz de hacer las mejores tomas lentas del planeta. En Canal 13 hay cinco islas de edición disponibles durante el domingo, además de otra superisla en Torneos y Competencias. La otra parte del programa –la que lo mantiene– es el área comercial. Hay dos transmisiones en simultáneo: una para Capital y Gran Buenos Aires y otra para el interior del país. De ese modo, el programa vende dos tandas comerciales en un mismo programa. Aunque cada tanto, se cometen algunos errores: en Estudiantes vs. Vélez Sarsfield, por ejemplo, se “comieron el gol de Estudiantes”. Y una vez se emitió un “Show de goles” de una fecha pasada.