ESPECTáCULOS
El lapsus
“Muchas cosas cómicas sucedieron en mi vida. En 1997, en Colombia, después de ofrecer una función y un seminario, la Embajada Argentina me organizó un coctel de despedida. Fui a cambiarme al hotel y como era invierno –y en invierno siempre uso botas– me las puse y llegué al agasajo. Allí, había señoras pintadas, dibujadas, vestidas. Yo llevaba mi uniforme de pantalón y casaca, como todos me conocen. Sentada, tomaba un jugo de naranjas, crucé las piernas y me miré: tenía una bota negra y la otra marrón. Los invitados festejaban porque creían que era la moda de París. Y yo les dije “Sí, es una moda que se usa ahora en París” (María Fux lo relata muy seria). “Otras veces, en Buenos Aires, he llegado a parar el subterráneo, así, extendiendo el brazo. La gente me miraba como loca y –como un poco lo soy– yo lo acepté... Y, sí... me parece que tengo bastante de loca, porque siempre estoy haciendo cosas que nadie comprende.”