ESPECTáCULOS › OPINION
El argentino promedio
Por sergio sinay*
No creo que la ficción testimonie un cambio real: son apenas manifestaciones de deseos y necesidades de que empiece a haber un varón distinto, que sepa construir mejores parejas y protagonice una paternidad cargada de sentido. En un número creciente de varones hay una necesidad de explorar aspectos inhibidos de sí mismos, de conocer qué les pasa con sus sentimientos por otros hombres, y hasta de cambiar de tareas. Pero el varón argentino promedio todavía es un padre poco presente en lo emocional, supeditado al espacio que le deja la mujer, poco participativo en la vida emocional de la pareja. Lo que mejor le sale es el papel de hijo de su mamá, o de su esposa. Sería bueno preguntarse cómo es, en verdad, ese varón argentino que se enamora de un travesti, o aquel que se inserta en un consumo de cinco millones de pastillas de Viagra por año. Si la sexualidad del varón argentino fuera la que siempre se declamó, el Viagra hubiera fracasado estrepitosamente.
* Psicólogo.