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Fiel a su estilo de defensor de causas nobles, León Gieco hizo un alto en la música para dedicar unas palabras a los obreros de Zanon, la fábrica de cerámicas que los obreros recuperaron en Neuquén. “Tienen un gobernador que les quiere vender las máquinas, después de que esa empresa nacionalizó todas sus deudas para que paguemos todos nosotros, los boludos argentinos. Ahora, después que la fábrica se fundió y comenzó a funcionar por sus obreros, el gobernador quiere tirar todo para atrás. Yo lo declaro ilegal, porque romper con fuentes de trabajo es ser un ilegal en este país.” Attaque 77, en sintonía, dedicó el tema Setentistas a la misma causa: “Una de las cosas buenas que están pasando en este país”, según el guitarrista Mariano Martínez. Pero la cosa no quedó ahí, León invitó a Ciro a cantar La colina de la vida y nuevamente se refirió a Zanon. “Hicimos un viaje juntos a Neuquén con este amigo. Pensamos y hablamos de cosas muy importantes y no tengo más que invitarlo a compartir esta canción conmigo.” Gieco cerró con Sólo le pido a Dios y lo dedicó “a la gente que trabaja por los derechos humanos, el derecho a la vida, a las madres y abuelas de Plaza de Mayo, a los hijos de desaparecidos”.