ESPECTáCULOS
“¿Es posible reescribir el destino?”
La historia oficial de Minority Report habla de un proyecto inicial al que estaban vinculados tanto el director holandés Paul Verhoeven como su estrella Arnold Schwarzenegger. Juntos habían adaptado a Dick para su film El vengador del futuro, por lo que Minority Report sería algo así como una secuela de aquel éxito. Schwarzenegger había decidido volver a interpretar a Douglas Quaid, pero cuando el primer guión estuvo listo, Verhoeven decidió dedi- carse a Showgirls (1995) y el proyecto dio vueltas hasta terminar en la carpeta de otro holandés, Jan De Vont, un ex colaborador de Verhoeven devenido en director estrella luego de Máxima velocidad (1994). Fue De Vont quien comenzó a cortejar a Cruise para que protagonizase un proyecto que estuvo a punto de rodarse en 1999, pero con Matt Damon en el protagónico. Considerado por Spielberg como su William Holden, Cruise le acercó el proyecto a Spielberg, quien se apropió de él como su salvación luego del fracaso de Inteligencia artificial, con resultados que recién se podrán conocer a partir del jueves próximo en la cartelera porteña.
“Con Minority Report no intenté hacer una adaptación de Dick. Sólo tomé su brillante premisa y la puse a funcionar”, explica Spielberg, refiriéndose a una trama en la cual el jefe de un escuadrón policial dedicado a castigar crímenes que aún no han sido cometidos es el próximo en la lista de acusados. “El tema de fondo devino en una especie de puja entre la autodeterminación y el destino. Y lo que más me interesó fue la incógnita sobre –incluso si hay algo escrito en las estrellas– si es posible reconfigurarlo para sobrevivir o para escribir un nuevo final”, puntualizó. Spielberg cree que uno de los grandes errores de su carrera profesional fue haber ido a una astróloga cuando tuvo su primer escritorio y su primera secretaria en Universal. “Era sólo un niño, esto debe haber sucedido allá por 1969. Le di mi fecha de nacimiento y toda la información que necesitaba para hacer una carta astral de cinco años. Todo lo que predijo se hizo realidad. Juré que nunca más volvería a hacerlo. Pero creo que cuanto más uno le teme a algo, más es atraído hacia eso.”