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Definiciones de Jorge Guinzburg en una entrevista que concedió ayer a Página/12:
- “La única condición que puse para aceptar este laburo, más allá de lo económico, es que pudiera divertirme. Si no, no hubiese aceptado, porque no lo sentiría. El periodismo va a estar reflejado porque habrá preguntas sobre la actualidad y sobre las noticias de los diarios de ayer y de hoy.”
- “No creo que en la actualidad sea difícil hacer reír. Porque de hecho, no considero que estemos peor que en la época de la guerra de Malvinas y allí se generaron espacios importantes para el humor. Las malas condiciones de vida no impiden que se ejercite el humor, en todo caso pueden llegar a impedir que uno disfrute lo que hace. Siempre se puede hacer reír. Hay un ejemplo que es paradigmático: el 2001 fue el año más politizado de ‘Videomatch’ y el rating siguió por las nubes.”
- “Me encantaría hacer un programa de humor político, porque hace falta. Me gustaría que estuviera Tato (Bores) en televisión, además de en la vida. Y fantaseo con hacer un programa de humor político con Enrique Pinti. Sería el sueño del pibe.”
- “No entiendo a los políticos argentinos. Yo creí que la idea del nuevo gobierno era activar la economía, no desactivarla. Si no se vende no se produce, si no se produce no se reactiva y si no se reactiva estamos muertos. Sé que no es bueno que se caiga el sistema financiero, pero tiene que haber un equilibrio entre la caída de los bancos y el afano del dinero que la gente se gana dignamente. Porque al final, aquel que apostó al país, y no fue un turro que se llevó la plata al exterior, termina en la lona. Es triste.
- “No creo que Ibope tenga mala fe, pero sí en la antigüedad de sus métodos de medición. Igualmente, debo admitir que soy un obsesionado del rating: sueño con tener el sistema de rating minuto a minuto de manera instantánea, como en Chile. Si bien es un tanto psicótico, como guía de trabajo es interesante, porque permite conocer el gusto de la gente.”
- “Me alejé de América porque surgió la propuesta de Telefé, que era muy tentadora. Pero yo no tengo ningún problema con la gente de América y me encantaría seguir produciendo ciclos para ese canal. Si bien es verdad que América le debe mucha plata a mi productora, Once puntos, esa no fue la causa de mi traspaso.”