SOCIEDAD › BALZA EN CONTRA DEL PLAN DE EDUCAR EN EL EJERCITO
Una colimba que “no convence”
El ex jefe del Ejército Martín Balza cuestionó la propuesta del gobernador bonaerense, Felipe Solá, para que las Fuerzas Armadas capaciten en oficios a los jóvenes que abandonen los estudios del nivel polimodal. “No me convence nada”, fue la frase que utilizó Balza para desechar la idea de lo que se dio en llamar la colimba educativa. “El Ejército y las Fuerzas Armadas no pueden reemplazar nunca ese espacio que tienen que ocupar los organismos responsables de la educación en nuestro país”, afirmó Balza. El ex titular del Ejército se refirió también a la muerte de un aspirante de la escuela General Lemos. “Hubo falta de control y supervisión”, aseguró Balza aludiendo a la muerte del joven Segundo Cazenave y negó que el caso pueda compararse con el homicidio del soldado Omar Carrasco, ocurrido en Zapala en 1994, y que determinó el fin del servicio militar obligatorio.
Al ser consultado sobre la colimba educativa, Balza se sumó a las voces de rechazo. “No me convence nada”, sostuvo el ex jefe militar y si bien señaló que sólo tenía “trascendidos por la prensa”, también sabía que “el Ejército tampoco fue consultado sobre este proyecto educativo en los cuarteles”. Balza interpretó que el servicio militar voluntario es un sistema que “no tiene retorno” y recordó que en su momento se firmó “un convenio internacional con la ONU para no incorporar a soldados menores de 18 años”. Esto de hecho impide la colimba educativa para chicos en edad de escuela secundaria. “Por ese convenio internacional, en la Argentina no puede haber menores de 18 años en los cuarteles”, recalcó.
Para Balza, “la misión educativa es del Ministerio de Educación, que tiene que tener instalaciones y profesionales para cumplirla”. Concluyó diciendo que los cuarteles “no son establecimientos educativos de las características de las que se están hablando para este proyecto”. Por tal motivo, el Ejército “no puede nunca suplantar funciones indelegables del Ministerio de Educación”.
“Se hace mal en poner ese título”, dijo Balza aludiendo a la comparación que hizo la prensa sobre los casos Cazenave y Carrasco. Dijo que el caso Carrasco, que ocurrió durante su mandato en la fuerza, fue “investigado administrativamente y judicialmente fuera del Ejército”, aludiendo al juicio en el cual fueron condenados por esa muerte dos conscriptos y un subteniente. Sin embargo, omitió decir que todavía no se hizo el juicio por el encubrimiento del caso Carrasco, en el que están acusados una decena de altos jefes militares, entre ellos algunos oficiales muy allegados al general Balza y que trabajaron con él en el edificio Libertador, sede del Estado Mayor General.