SOCIEDAD › MATARON A PUÑALADAS A UN JOVEN EN UN PUB DE QUILMES
Los patovicas atacan de nuevo
Cuatro custodios y el dueño del local quedaron detenidos, acusados de homicidio calificado por alevosía. Habían golpeado a la víctima y uno de ellos le dio siete navajazos.
Por Pedro Lipcovich
De nuevo los patovicas y esta vez con navaja, en un boliche de Quilmes, mataron a un hombre. Fue en el pub Paradise, en la madrugada de ayer: habían echado a un cliente que, pasado de alcohol, quiso volver a entrar y terminó muerto a golpes y puñaladas frente al local. Hay testigos y están presos cuatro custodios y el dueño del Paradise. Uno de los responsables del local, en diálogo con Página/12, puso de manifiesto la violenta lógica a la que obedeció este crimen y a la que obedecerá el que siga en la lista de las madrugadas con patovicas.
El frente del Paradise conserva sus restos de pintura celeste y sus palmeras dibujadas. El veredón sin pavimentar, junto a la desolación de fin de semana de la avenida Mosconi –casi esquina Savio, barrio Parque Calchaquí, Quilmes–, está cubierto de tetrabriks aplastados. “Esto es un bolonqui”, dijo a Página/12 el vecino, puerta de por medio: “La madrugada de los domingos es un verdadero despelote”, insistió. “Me pishan, me vomitan”, mostró. “Hay peleas, tiros, cada dos por tres viene la cana.” Y agregó: “No sólo en Paradise sino en Diversión (otro bailable, al lado); allí están metidos los políticos y son los mismos dueños de Siglo XXI. Toda esta zona es tranquila en la semana pero, los sábados y domingos, pura basura”, juzgó.
Entre la basura terminó Jorge Ordóñez, de 28 años, que en la noche del sábado había ido al Paradise con siete amigos, que hoy son testigos del crimen. Ya eran más de las cuatro y media de la madrugada cuando, según fuentes de la investigación, Ordóñez “fue echado del boliche por una supuesta inconducta e intentó reingresar”. Según estas fuentes, cuatro custodios y el dueño del local lo atacaron entonces a golpes. “La golpiza, afirman los testigos, ocurrió adentro y afuera del local. Además de haber sido atacado a trompadas y patadas, Ordóñez fue apuñalado.”
Mientras Ordóñez agonizaba en la puerta del estacionamiento junto al Paradise, una pequeña multitud se congregó para apedrear el frente del boliche, hasta que llegó un patrullero de la comisaría 9ª de Quilmes. La víctima fue trasladada al hospital de San Francisco Solano; tenía muchos golpes y heridas cortantes en la zona pectoral y el abdomen. Murió en la mañana de ayer.
Desde la puerta apenas entreabierta del Paradise, un hombre de polera blanca que se presentó como “cuñado del dueño” dio a este diario su versión historizada de los hechos: “Siempre hay peleas: los chicos toman demasiado y los patovicas los echan. Entonces, desde afuera, tiran piedras. ¿Ve las marcas?”.
Cuando apedrean, “los patovicas tratan de agarrarlos, pero se les escapan. Cuando agarran a uno, lo llevan ahí al costado y le pegan. Pero nunca pasa nada”, relató el cuñado.
Nunca había pasado nada más que eso, pero “uno de los guardias era muy agresivo. Mi cuñado siempre estaba calmándolo. Lo que no sabíamos es que tenía una navaja. ¿Para qué quería una navaja? Si no dejamos que nadie entre armado. Pero sacó la navaja y le dio siete cuchilladas al pibe”.
“Y a mi cuñado, que se metió nada más para separarlos, también lo metieron preso y quieren decir que participó. Nosotros estamos tan tristes como los familiares del pibe”, intentó defender.
¿Cómo se contratan los custodios? “Se recomiendan unos a otros”, contestó el cuñado, e insistió: “Aquí nunca había pasado nada”.
Interviene en el caso el fiscal de Luis Armella, de Quilmes, quien solicitó que el caso sea caratulado como “homicidio calificado por alevosía”, en atención a que la víctima estaba indefensa, a que fue atacada por cinco personas y a que “no sólo hubo golpes de puño sino que también fue apuñalado”. Tomó intervención el juez de garantías de Quilmes, Martín Miguel Nolfi. Según una fuente de la investigación, “de los testigos que declararon en la causa hay dos que son clave porque identifican a los agresores”. Ayer, el comisario Jesús Celiz, titular de la seccional 9ª de Quilmes, dio a conocer su “idea”, consistente en “ejercer un control estricto” sobre los boliches de la zona y aseguró que, en cuanto al Paradise, “se investiga la situación de los patovicas y de habilitación del local”.
El 15 de mayo del año pasado, un hombre de 23 años murió tras agonizar durante una semana, después de haber sido golpeado por custodios de una bailanta en City Bell. Entre el año pasado y éste se registran cerca de diez causas por lesiones graves en las mismas circunstancias, en Capital Federal y Gran Buenos Aires. En agosto de este año, el gobierno porteño comenzó a registrar a los custodios de locales bailables, exigiéndoles un examen psicofísico.