EL PAíS › ANIBAL FERNANDEZ, FLAMANTE MINISTRO DE LA PRODUCCION
“Yo no dependo del Fondo”
El funcionario aseguró a Página/12 que comenzará a gestar políticas desde hoy mismo, al margen del eventual entendimiento con el FMI. Propone armar un “gabinete productivo” con Lavagna y Ruckauf.
Por Fernando Cibeira
Aníbal Fernández estrenará hoy su despacho de ministro de la Producción, un cargo al que accede –hasta para él– en forma sorpresiva, pero para el que se tiene “una confianza espectacular”. Como hasta hace unos días no tenía idea de que recalaría en este cargo sostiene que sería “un chanterío” –palabrita que repite varias veces– adelantar algunas de las medidas con las que espera despabilar a la largamente adormecida producción nacional. En cambio, promete “trabajo y más trabajo”. En su primer día de gestión, Fernández ratificará a los cinco secretarios que venían trabajando en el interinato de Roberto Lavagna y sólo colocará un jefe de gabinete, un nombre que no quiere adelantar porque el elegido todavía no le dio el sí.
En esta entrevista con Página/12, Fernández se preocupa en dejar en claro que su relación con Lavagna es muy buena y que si de veras fuera mala –”como se dijo por ahí”, puntualiza– jamás hubiera llegado a ministro. Y asegura que los planes del Gobierno son más ambiciosos aún que los de sacar al país de la recesión en los pocos meses que le quedan, sino que esperan sentar las bases para las futuras políticas productivas cuyos resultados recién se verán en el largo plazo.
–¿Cómo llegó a ministro de la Producción?
–Siempre pensé que uno está preparado para algunas cosas en la política. Desde el ‘84 que estoy en esto y me animo a algunas cosas que sé que puedo dar. El Presidente nos había hablado del relanzamiento del ministerio y yo aporté algunas cosas mías. No hay iluminados en estas cosas, lo que hay en esto es trabajo. El ministerio comprende cinco secretarías que son “fierros” muy fuertes. Si se administra bien, con esos fierros se puede hacer mucho.
–¿Por qué el ministerio quedó vacante durante tantos meses?
–El Presidente ya dijo que él se había equivocado en utilizar esta herramienta tan importante de arranque. Lo detuvo y esperó que hubiera algún signo que mostrara una mejoría de la situación. Hoy están esos signos.
–¿Y qué opinión le merece la gestión de Ignacio de Mendiguren?
–Ni opino, ni miro, ni juzgo. Nada. Para mí el ministerio arranca el día que yo asumo.
–¿Se puede reactivar el país en seis meses?
–No, el objetivo es mucho más ambicioso que eso, sino es un chanterío. Lo que nosotros tenemos que hacer es implantar políticas. Las de cortísimo plazo, si las tenemos, hacerlas y disfrutarlas. Y a esto me refiero a las cosas que ya están caminando de la mano de Lavagna, que hay que darles forma y trabajarlas. Las de mediano plazo, de las que podemos ver el resultado de nuestra gestión o no. Y las de largo plazo, que no vamos a ver. Así de ambicioso es nuestro objetivo.
–¿Depende del acuerdo con el FMI?
–Con o sin acuerdo hay políticas que se pueden hacer. Nosotros vamos a marcar todas las políticas, que serán de una manera si hay acuerdo y de otra si no hay acuerdo. Sería de estúpidos esperar a que salga un acuerdo, que por ahí tarda no sé cuanto tiempo, para gestar políticas. Uno no puede esperar a ponerse a laburar recién cuando sale el acuerdo.
–¿Cómo piensa solucionar la falta de crédito de la que se quejan los empresarios?
–La falta de financiamiento es casi desesperante. Si hay algo que tenemos que sentarnos a buscar es eso: fuentes de financiamiento. Todo lo que se puede conseguir hay que derivarlo en las pequeñas y medianas empresas. En las grandes lo que se necesitan son alternativas.
–¿Cómo es su relación con Lavagna?
–Yo no lo conocía a Lavagna de antes. Creo que en lo que llevamos de gobierno construimos una relación de respeto y confianza, y trabajamos juntos en algunos temas de comunicación. Que quede claro que llego a ministro de la Producción porque Lavagna dio su consentimiento. Ya leofrecí que hagamos un minigabinete con él y con Ruckauf, que tiene comercio internacional, para que nos sentemos los tres y nos saquemos jugo los tres.
–¿Usted va a concretar el fin de la recesión que pronostica Duhalde?
–Nosotros tomamos el 3 por ciento de crecimiento del PBI en el Presupuesto del 2003. Sin embargo, el Banco Río tomó el 5 por ciento. Economistas como Broda dan un escenario pesimista con un 3 por ciento de caída y otro optimista que da un 2 por ciento de crecimiento, que no deja de ser una salida a la recesión porque nosotros no crecemos desde el primer semestre del ‘98. Y no somos nosotros los que hacemos los números.