SOCIEDAD › ALLANAN POR EL TRIPLE CRIMEN UNA LUJOSA CASA EN GENERAL RODRíGUEZ Y DETIENEN A SIETE PERSONAS

Una mansión que esconde muchas dudas

Buscando el lugar de cautiverio de los empresarios asesinados, la Justicia allanó una impresionante quinta cuyo dueño, supuestamente, tenía relación con dos de las víctimas. El policía preso custodiaba la casa. Quiénes son los detenidos. De qué los acusa el juez.

 Por Raúl Kollmann

El allanamiento a una espectacular mansión de General Rodríguez y la detención de siete personas –un policía, un penitenciario, una funcionaria municipal, el padre, la madre y un hermano del dueño de casa, además de la novia de ese hermano– conmovieron ayer la causa del triple crimen y el expediente de la ruta de la efedrina. Los procedimientos y la primera detención, la del teniente primero de la Bonaerense Darío Atrio, fueron anticipados en forma exclusiva por PáginaI12 en su edición de ayer. Con el correr de la noche del martes, se realizaron más procedimientos, siempre en la búsqueda de la quinta o vivienda en la que estuvieron Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina antes de que los ejecutaran. En el centro de la escena quedó un personaje extraño, Hernán De Carli, el dueño de la fastuosa propiedad de Los Tilos 487, a la altura del kilómetro 58 de la ruta 5, donde se encontraron diez armas y 500 proyectiles; una sofisticada e inmensa camioneta RAM, una moto de 50.000 dólares, pasajes a Alemania, España y dentro de México y los papeles de la venta de una propiedad en Bal Harbor por 4.700.000 dólares. Según el juez Federico Faggionato Márquez, De Carli está relacionado con dos de las víctimas del triple crimen y con Rodrigo Iturbe, a quien el magistrado considera el jefe de la organización que traficaba efedrina. Habrá que ver la consistencia de las pruebas en los próximos días.

Faggionato Márquez tenía anoche la decisión tomada de dejar detenidos a todos los que estaban dentro de la mansión. Les imputa, en conjunto, el delito de acopio de armas de guerra. Según dijeron fuentes allegadas al juzgado, en la espectacular casa había una escopeta Itaka, dos pistolas 9 milímetros, una calibre 40 Smith &Wesson; un calibre 38 de la misma marca, un rifle de aire comprimido con mirada telescópica y otras cinco armas, además de 500 proyectiles, parte de los cuales tenían la punta hueca, una munición que genera un daño masivo, aunque –según expertos consultados por este diario– se utiliza también para el tiro deportivo. En el juzgado sostienen que cuando se pidió la documentación de las armas, nadie pudo exhibir los papeles correspondientes, por lo que la imputación de acopio se mantenía anoche y abarca “a toda la organización”, según afirman en el despacho del magistrado. En la defensa de los detenidos, ejercida por Gustavo Hechem, dicen que no es razonable que se mantenga la prisión, por ejemplo, del padre o la madre, cuando se sabe que las armas eran del dueño de casa que vive la mayor parte del tiempo en La Florida, Estados Unidos. Faggionato les tomará declaración a todos y luego lo hará el fiscal de Mercedes Juan Ignacio Bidone, que investiga el triple crimen en sí mismo.

También se detectó una credencial de la DEA a nombre de De Carli, pero resultó ser falsa. De la misma manera, las patentes de la camioneta RAM en las que figuraba la sigla SWAT eran de fantasía.

En el terreno de la venta ilegal de la efedrina y los homicidios, en fuentes judiciales suman las siguientes evidencias:

- Que un testigo de identidad reservada vio la camioneta RAM en la zona donde se encontraron los cuerpos.

- De acuerdo con un informe de inteligencia de la Bonaerense, Leopoldo Bina, una de las víctimas del triple crimen, solía manejar la misma camioneta. También hubo encuentros entre De Carli y Damián Ferrón, otro de los asesinados.

- De Carli estuvo en Clorinda, Formosa, en septiembre pasado. Se alojó en el Residencial Mario al mismo tiempo que Almanza Guzmán (27) y Leobardo Gaxiola López, dos mexicanos que fueron detenidos luego en Paraguay junto al supuesto jefe del laboratorio descubierto en Maschwitz, Jesús Martínez Espinoza.

- El informe de inteligencia menciona que hubo reuniones entre De Carli y el mexicano Rodrigo Iturbe, considerado el jefe de más rango en el tráfico de la efedrina. Iturbe fue detenido en el Barrio Parque de Buenos Aires y Faggionato resolverá su procesamiento este viernes.

- También existiría vínculo entre De Carli y el funcionario municipal detenido, Manuel Poggi. Este alquiló un depósito en el que se encontraron tambores con rastros de meta-anfetamina.

A estos elementos se suman una serie de interrogantes que dejó el allanamiento. La duda principal es a qué se dedica De Carli. Ninguno de los ocupantes de la mansión pudo explicar la actividad del dueño y sus familiares tampoco acreditaron trabajo alguno. En el juzgado razonan que semejante lujo no puede explicarse por la actividad de un negocio de cortadoras de césped. La casa principal tiene 500 metros cuadrados, el quincho 200, el gimnasio 60 metros, la heladera vale 10.000 pesos y la pileta tiene 25 metros de largo y cuenta con una cascada. El otro interrogante tiene que ver con las increíbles medidas de seguridad. La propiedad tiene un muro muy alto, 30 cámaras de seguridad con un sofisticado sistema de grabación y detección de movimientos; alambres de púas sobre los muros, súper-reflectores y un grupo electrógeno inmenso. En el juzgado afirman que no hay explicación para semejante estructura.

Amigos de De Carli admiten que éste fue imputado por el caso de la llamada Aduana Paralela, es decir por contrabando, y que efectivamente vive en La Florida exhibiendo un notorio poder económico. Por ejemplo, en la actualidad vende su residencia en Bal Harbor por 4.700.000 dólares. Lo publicita la inmobiliaria Zillow que todavía valoriza más la propiedad, en plena isla, frente al mar, en más de siete millones de dólares. Los amigos de De Carli afirman que es un loco de los autos y las motos, no saben explicar el origen de su riqueza, pero insisten en que no conoce ni al mexicano Rodrigo ni tiene ninguna relación con la efedrina. Sí admiten que De Carli estuvo en Clorinda, pero que viajó por un negocio de chatarra y hierro.

En la causa judicial de la efedrina hubo de todo hasta el momento. Al papá del actor Mariano Martínez, Ricky, se le adjudicó el papel de gigantesco proveedor de efedrina y terminó imputado por un cargo muy menor. Por el otro lado, la Cámara de Apelaciones confirmó otras detenciones y procesamientos, como las de los nueve mexicanos y el argentino descubiertos en Maschwitz, a quienes se imputó por el tráfico de efedrina. En los próximos días deberá verse cuánto peso tienen las imputaciones y es muy posible que De Carli presente un descargo en el juzgado.

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El dueño de la casa vive en Miami y los detenidos son sus familiares y un policía y un penitenciario que vigilaban el lugar.
Imagen: DyN
 
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