Las calles inundadas en la ciudad de Buenos Aires resultaron ser meros detalles comparados con el resto de las consecuencias que el temporal de viento, lluvia y granizo que azotó a gran parte del país durante el fin de semana dejó a su paso. Seis personas fallecieron –la mitad en accidentes de tránsito–, los fuertes vientos derribaron árboles y el granizo arruinó cosechas y destruyó viviendas de barrios humildes en el interior del país. El temporal comenzó la tarde del sábado. El anegamiento de calles y la caída de árboles fueron los que más afectaron a la ciudad, mayormente a los barrios de Barracas, La Boca, San Cristóbal, Barrio Norte, Palermo, Once y Constitución. Aún, tras el cese del alerta meteorológico, ayer Libertador permanecía cerrada al tránsito entre Campos Salles y Juana Azurduy, Núñez, debido al desborde de dos bocas de tormenta.

En el interior del país el temporal también dejó rastros. En Córdoba, los cadáveres de una pareja que había desaparecido el sábado fueron encontrados por policías y bomberos de la provincia en la playa “Quita sueños” en la localidad cordobesa de Cuesta Blanca. Los jóvenes habían sido arrastrados por la corriente de un río serrano –crecido debido a la tormenta– mientras cruzaban un puente en una moto. “Primero se encontró al hombre, cuyo cuerpo estaba atascado en uno de los numerosos árboles ubicados en los márgenes del río que habían sido cubiertos por las aguas”, relató Diego Concha, jefe de bomberos del lugar. Más tarde fue hallado el cuerpo de la mujer.

Las víctimas se suman al adolescente que falleció en Avellaneda cuando, jugando bajo la lluvia, fue a buscar una pelota que se encontraba al lado de un alambrado y recibió una descarga eléctrica.

Una de las provincias más afectadas resultó ser San Juan, donde al menos 120 familias fueron evacuadas en departamentos ubicados en proximidades de la capital, producto del temporal de lluvia y granizo que causó daños en cosechas. Además, se registraron roturas en caminos, como en la ruta 141, principal vía de acceso a la provincia desde el norte y este del país.

En Catamarca el temporal azotó de manera violenta al departamento Santa María, ubicado a 330 kilómetros de la capital provincial. Allí, los vientos y el granizo destruyeron gran parte de la producción estacional en cultivos de pimiento, viñedos y alcaparra. Además, se registraron roturas en viviendas precarias y hubo caída de árboles y postes de la luz.