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La espera continúa. Natalia Muesa, la cordobesa detenida el 19 de setiembre en Miami por tener documentación falsa, seguirá presa en una cárcel de mujeres “si todo sale bien, hasta fin de año o principios del año que viene, cuando podrá ser deportada a la Argentina”, informó el agregado del consulado argentino en esa ciudad, Alberto Espósito. “Si todo sale bien” lleva implícito más de un trámite y unas cuantas condiciones, según explicó: “Si en la audiencia con el juez federal Natalia se declara culpable y el magistrado acepta cerrar el caso, tendrá que enfrentar a Migraciones por su ingreso ilegal”.
“Todavía no está fijada la fecha de la audiencia con el juez federal Daniel Hurley, de West Palm Beach, por los cargos que enfrenta Natalia Muesa: falsificación de documento de trabajo, por trabajar e intención de engañar”, remarcó Espósito y estimó que esa audiencia podría ser fijada “recién para noviembre”.
Después de esa audiencia, “si Natalia se declara culpable y el juez acepta cerrar el caso tras un acuerdo entre el fiscal y el abogado, podrá recién allí superar esta etapa y pasar a Migraciones. En esta instancia, creemos que el paso será sólo administrativo y una cuestión de papeleo para que Migraciones determine su deportación, por lo que estimamos que este paso podrá durar cuando mucho un mes y medio”.
Natalia Muesa tiene 26 años y trabajaba en el área de limpieza del aeropuerto de Palm Beach junto a su marido y otros cinco argentinos que fueron detenidos el 5 de setiembre pasado en un operativo de control de inmigrantes ilegales organizado por el FBI y el departamento de Migraciones en el aeropuerto. Natalia no fue detenida ese día porque estaba de franco, pero su odisea comenzó pocos días después cuando se presentó voluntariamente ante la Justicia, hecho que ahora la sitúa en una mejor posición que los otros seis detenidos, quienes podrían enfrentar penas de prisión.
Las autoridades descubrieron que todos habían ingresado con visa de turistas a los Estados Unidos, donde permanecieron en forma ilegal.