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El caso del pesquero chileno que transportaba alrededor de nueve toneladas de oro y plata, y se hundió con su carga en las costas de la provincia de Santa cruz, despertó algunas suspicacias. Pero ayer, tanto la compañía transportadora como la Aduana argentina intentaron despejar las dudas: el navío que naufragó estaba habilitado y la carga, valuada en 18 millones de dólares, había sido verificada por las autoridades aduaneras.

Los minerales habían sido extraídos de una mina de San Julián y eran trasladados en un barco pesquero “acondicionado para cargas”, según fuentes de la Aduana. Fue sorprendido por una fuerte tormenta en el estrecho de Magallanes y se hundió con todo el cargamento después de que la tripulación fuera rescatada. Aunque el hundimiento ocurrió el 16 de enero último, el hecho se conoció ahora, cuando se confirmó el tipo de cargamento que transportaba el pesquero Polar Mist.

La compañía minera Cerro Vanguardia informó que el 18 de enero el pesquero “naufragó en el estrecho de Magallanes como consecuencia de las difíciles condiciones meteorológicas que azotaron la zona”, donde un fuerte viento causaba olas de 7 a 10 metros de altura. Las condiciones meteorológicas, según la empresa, “causaron el hundimiento de la carga de metal doré –barra de producto con un porcentaje aproximado de 10 por ciento de oro y 90 por ciento de plata– que transportaba el operador de logística para Cerro Vanguardia S.A., con destino a la ciudad chilena de Punta Arenas. La carga iba a ser trasladada, para su refinamiento, a Suiza, informó la compañía en un comunicado.

El pesquero, que había partido del puerto santacruceño de Punta Quilla –cercano a San Julián, donde están las minas– avisó de la emergencia a las autoridades marítimas argentinas. “Afortunadamente, y gracias a la intervención de Prefectura Naval Argentina, la tripulación fue rescatada sin mayores novedades”, señala el texto. Cerro Vanguardia explicó que “contrata los servicios de logística tanto a nivel local como internacional con firmas que se encargan del transporte del producto”, que emplean “diversos medios de transporte, terrestres, marítimos y aéreos”. “Cada medio de transporte cuenta con todas las habilitaciones pertinentes emitidas por su respectiva autoridad de aplicación en el marco de la normativa que rige el transporte comercial en Argentina, en tránsito y en el país de destino de la carga”, expuso la minera.

La Aduana argentina, a través de un informe, aseguró que “el buque se encuentra habilitado para el transporte de carga en general” y cuenta además “con el Certificado General de Seguridad expedido por la Armada chilena”.