El caso Williamson es un atolladero que crece día a día. Y el Vaticano no le encuentra salida. Ayer, le bochó su pretendido perdón. Las disculpas ofrecidas el jueves por el obispo integrista por sus declaraciones en las que negó el Holocausto no se corresponden con la exigencia que se le hizo de retirarlas “inequívoca y públicamente”, dijo el portavoz del Papa. También el Consejo Central de Judíos en Alemania rechazó las disculpas y consideró que sólo se trataba de un “arrepentimiento de tercera categoría”.

El Vaticano estima que la misiva, divulgada el jueves por una agencia de noticias católica, “no parece respetar las condiciones establecidas en una nota de la Secretaría de Estado del pasado 4 de febrero que le exige que se retracte absoluta, inequívoca y públicamente de su posición sobre el Holocausto”, dijo el responsable de prensa del Vaticano, Federico Lombardi. La carta de disculpas de Williamson “no fue dirigida al Santo Padre ni a la comisión Ecclesia Dei”, agregó.

Según la agencia católica Zenit.org, Williamson pidió perdón a la Iglesia y a las víctimas “del Tercer Reich” en una carta dirigida a esa comisión. El obispo no emplea en su misiva la palabra “Holocausto” ni “judíos”, lo que fue percibido como un signo de ambigüedad. Tampoco es una retractación de sus dichos: sólo se disculpa por las ofensas que pudo haber causado con sus declaraciones.

La carta del obispo fue divulgada a su regreso a Inglaterra tras abandonar Argentina amenazado de expulsión por el Gobierno. En la carta, Williamson “lamenta” haber dado las declaraciones y asegura que “si hubiera sabido con antelación todo el daño y las heridas que han provocado, especialmente a la Iglesia, pero también a los sobrevivientes y seres queridos de las víctimas de la injusticia del Tercer Reich, no las habría hecho”.

Desde Roma, Lombardi reiteró que el Vaticano insta al obispo a “tomar de modo absolutamente inequívoco y público distancia de sus posiciones referentes a la Shoá” y consideró la carta del prelado tradicionalista “genérica y equívoca”.

El obispo británico Richard Williamson es uno de los cuatro religiosos del movimiento ultraconservador de Marcel Lefebvre, a quienes Benedicto XVI levantó la excomunión el pasado 24 de enero.

Unas horas antes que el Vaticano, el Consejo Central de Judíos en Alemania ya había rechazado las disculpas del obispo ultraconservador. “Williamson de ninguna manera retiró sus tesis falaces sobre el Holocausto y la negación del hecho, él sólo lamenta el efecto que tuvieron sus palabras”, señaló el vicepresidente de la entidad, Dieter Graumann.

Williamson había explicado en el texto que su opinión se funda en las evidencias existentes hace 20 años. “Como si 20 años atrás hubiera habido alguna duda sobre la existencia del Holocausto”, se indignó Graumann y agregó: “No, estas explicaciones desastrosas de Williamson no quitan nada, antes bien dejan concluir que sigue negando el Holocausto, cosa que sostiene en forma patológica hace decenios”.

Para Graumann, el tema “sigue sobre la mesa y con más actualidad que antes”. También reiteró una fuerte crítica al papa Benedicto XVI por haber levantado esas excomuniones. “Este fatal error en la decisión lamentablemente perdura”, agregó Graumann.

Al repudio se sumó la presidenta del Consejo Central de Judíos en Alemania, Charlotte Knobloch, quien afirmó que la “inexistente” retractación del prelado “pone de nuevo de manifiesto” que Williamson es un “antisemita convencido” y un “incorregible negador del Holocausto” que “pone en duda” el exterminio de seis millones de personas.

Añadió que el Consejo espera ahora del Vaticano no sólo que exija al obispo que se retracte, sino “consecuencias claras” para Williamson y una “clara” desvinculación de la Santa Sede respecto de los seguidores del cismático francés Marcel Lefebvre, que tildan a los judíos de “asesinos de Dios”.

Por fuera de los problemas que se ganó con la Iglesia por sus afirmaciones, Richard Williamson también deberá tener cuidado porque sus tesis negacionistas constituyen un delito en varios países de la Unión Europea, advirtió el viernes la Comisión Europea. “En la mayoría de los estados, el negacionismo puede ser objeto de una causa judicial. Las jurisdicciones nacionales son competentes para condenar el negacionismo”, subrayó el comisario europeo de Justicia, Jacques Barrot, en una conferencia de prensa en Bruselas.

“Si monseñor Williamson efectúa declaraciones negacionistas en Francia, depende de la ley francesa, que castiga el negacionismo”, agregó el comisario. Barrot lamentó que una ley europea del 28 de noviembre pasado, que castiga penalmente, bajo ciertas condiciones, la apología del negacionismo como incitación al odio racial, no pueda ser aplicada aún porque no ha sido introducida en las legislaciones nacionales.

En Argentina, el seminario que Williamson dirigía, en La Reja, recibirá en marzo al obispo Alfonso de Galarreta –también rehabilitado por el Papa en enero–, que se hará cargo interinamente, hasta que se designe un nuevo director.