El corte sobre la autopista Illia, ayer por la mañana, duró tres horas y tenía como objetivo reclamar por la licitación de las obras para llevar agua potable a la Villa 31 Bis, adjudicadas a una empresa privada. Había más de 200 personas, entre militantes de organizaciones sociales, integrantes de cooperativas y comedores de la villa, que obstaculizaron los carriles que van hacia el centro para pedir que las obras sean realizadas por las cooperativas del barrio. La medida empezó a las 10, en hora pico, y cedió luego de que el gobierno macrista prometiera dialogar esta semana. Sin embargo, los delegados que votaron a favor de la licitación en una mesa de diálogo abierta por el gobierno aseguran que estas cooperativas no están preparadas por las dimensiones que tiene el proyecto.

“En la mesa de diálogo se prometieron reformas estructurales en la villa y más empleo, pero el macrismo está haciendo las obras con empresas privadas y punteros de ellos, sin darles el trabajo a las cooperativas del barrio. No vinimos a pedir planes sociales, sino trabajo digno”, advirtió ayer a Página/12, Manuel Alzina, secretario adjunto de CTA Capital y responsable político de la organización Túpac Amaru. “Si no se resuelve este conflicto, la semana que viene vamos a hacer medidas más duras y la otra cortamos todos los accesos a la Capital”, amenazó Alzina. “No queremos que Macri le haga a la ciudad lo que Menem le hizo al país”, dijo.

Entre los manifestantes, estaban integrantes de las cooperativas El Salvador y Carlos Mugica, el comedor Estrella de Belén, el centro Madres Esperanza, el Club Social y Deportivo Cancha 9 y la Corriente Peronista Germán Abdala. “Son manifestantes de partidos de izquierda, esto no tiene nada que ver con la Villa 31”, aseguró el ministro de Justicia de la Nación, Aníbal Fernández. Su opinión fue compartida por algunos dirigentes de la Villa 31 Bis, que sostuvieron que se trató de una “intromisión” de militantes provenientes del Bajo Flores. “Hay una interna feroz”, le dijo a este diario Mónica Bustamante, ex delegada de la manzana 1 de la Bis. “La CTA quiere disputar las obras porque se quedaron afuera. Lo que pasó es que los vecinos de la Villa 31 les reclamaron a sus delegados cuando vieron que a la Bis le estaban poniendo agua. El miércoles pasado nosotros votamos por el agua y la 31 votó por hacer un censo poblacional. El censo pasa, el agua queda”, resumió Bustamante. Según sus palabras, la empresa Kopa, adjudicataria de la obra del agua, está tomando gente “y en blanco” de las manzanas de la 31 Bis para hacer las obras. “Las cooperativas no pueden garantizar esta obra, por la magnitud y el presupuesto millonario”, replicó Bustamante. El proyecto para extender la red de agua está presupuestado en cuatro millones y medio de pesos y ya comenzó. Es un reclamo que debe resolverse a corto plazo.