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“¿Idea de refaccionarlo? No, no. En absoluto. Sólo acomodarnos en las mismas condiciones”, respondió a Página/12 el titular del juzgado federal Nº 4 de La Plata, Julio Miralles, con una risa entre el absurdo y la ironía. Ante el riesgo certero de derrumbe del edificio en el que funciona esa dependencia judicial, empeorado por la cantidad de expedientes que se tramitan allí, Miralles reclamó que se decrete una semana de feria para descomprimir el archivo, especialmente desbordado por el peso de los miles de amparos contra el denominado “corralito financiero” recibidos en los últimos meses.
“Los arquitectos han detectado rajaduras en algunas paredes y han verificado que están afectadas algunas columnas y vigas de sostén del edificio y han advertido que uno de los mayores peligros para estas deficiencias es el peso que significan los expedientes”, explicó Miralles. Y agregó que la situación de su juzgado es preocupante desde hace años, con una cifra normalmente cercana a los 130 mil expedientes, a los que en los últimos meses se sumaron alrededor de 15 mil más por causas del corralito.
“Durante esta feria vamos a tratar de agilizar la resolución de asuntos de rápida definición para poder sacarlos del juzgado”, dijo el juez. Desde anteayer, día en que comenzó a regir la semana de feria decretada el 28 de octubre por la Corte Suprema de Justicia, todo el personal trabaja en la evaluación de los expedientes originarios de ese juzgado con el fin de determinar cuáles están parados desde hace por lo menos seis meses para archivarlos en el sótano. “Estamos sobradamente colapsados. Los expedientes nos desbordan, están en los pasillos y por eso los llevamos al subsuelo, un espacio que corresponde a las celdas de la alcaidía. Allí, donde tendrían que estar los detenidos están los expedientes nuestros”, indicó el juez.
El juzgado federal Nº 4 de La Plata está a cargo de Miralles desde 1995 y, según explicó el juez, los recaudos y medidas preventivas son constantes ante una situación edilicia crítica que no es nueva. Hace algunos años, los arquitectos detectaron algunas fisuras en la pared por lo que resolvieron que para mayor seguridad era necesaria la reubicación de los expedientes, que fueron acomodados debajo de donde están ubicadas las vigas. “Estoy hablando de una solución momentánea para unos años atrás. Pero ahora esta situación se ha visto mucho más agravada con este embate que hemos tenido de los juicios del corralito, especialmente cuando la Corte nacional dispuso que todos los juicios y amparos que estaba tramitando la Justicia previsional pasaran al fuero federal”, remarcó Miralles.
Ubicado en las calles 8 y 51 de la ciudad de La Plata, el juzgado funciona donde décadas atrás estaba el Hotel Provincial. “No tenemos ni personal ni infraestructura para atender semejante cantidad de expedientes. Desde 1910 tenemos la misma dotación de personal, con una multiplicación geométrica de expedientes. Lo que hace que no se pueda dar un servicio adecuado de Justicia. Prácticamente nos estamos alimentando de los meritorios, algunos estudiantes a punto de finalizar su carrera y otros ya abogados, que trabajan gratis. Hay tres personas efectivas para dos secretarías. El resto son meritorios”, señaló Miralles. En tanto, evaluó las posibilidades de una mudanza o una refacción del edificio y concluyó: “Es imposible, no hay presupuesto. Estamos trabajando en una situación acorde con la del país”.
Informe: Paula Bistagnino.