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Un efectivo de la Prefectura Naval se puso a disposición de la Justicia ayer, luego de matar a un joven de 18 años que robó a mano armada un supermercado de Lanús el martes pasado. Este efectivo de 50 años recibió las felicitaciones del ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Aníbal Fernández, quien dijo sentirse “orgulloso” por la actitud y estimó que en un lapso breve el hombre recuperará la libertad. Sin embargo, Gastón Chillier, presidente de Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels), criticó anoche al ministro, por entender que el mensaje que daba con sus declaraciones era contradictorio. “En este caso, el uso de la fuerza no fue proporcional al peligro generado.” El joven estaba solo y había robado 300 pesos y monedas de un pequeño negocio, según pudo saber Página/12, nunca disparó contra el prefecto.

Según confirmaron a este diario fuentes de la comisaría octava de Lanús, donde se entregó el prefecto, acompañado de sus abogados y su superior, el delincuente se encontraba solo en el momento en que recibió dos impactos de bala, uno en el abdomen y otro el cuello, en el autoservicio La Esquina, ubicado en Burelas al 3900. “Fernández, como jefe de las fuerzas federales, debe saber que el uso de las fuerzas represivas sólo se justifica en caso de que se encuentren en riesgo la vida de terceros o la propia. Esto quiere decir que, si no hubo enfrentamiento, se trató de un fusilamiento.”

El martes, luego de disparar varios tiros, el prefecto se fue de la escena sin hacer comentarios. Ayer, Fernández aclaró, por radio, que “había tenido un enfrentamiento hace unos 10 años, en que había recibido varios impactos de bala y había tenido complicaciones físicas bastante importantes que le costaron un tiempo bastante importante en salir”. Por eso, insistió, “el hecho de que se ausente del lugar es porque no se siente bien y porque estuvo un tiempo bastante importante con ano contra natura y complicaciones físicas por aquel enfrentamiento y esta situación le impactaba en lo personal”.

El ministro resaltó que este ayudante de segunda del grupo Albatros de Prefectura San Fernando “se recuperó y volvió” a la misma condición de comando y cuando le tocó actuar como un hombre de una fuerza de seguridad “volvió a hacerlo de la misma manera, lo cual a la fuerza y a este ministerio nos hace sentir orgullosos”. Chillier, por su parte, comentó que si el hombre se fue del lugar luego del tiroteo porque no se sentía bien “no debería estar en funciones ni portar un arma”. Sin embargo, para el ministro el prefecto “actuó dentro de su poder de policía”.

El caso quedó bajo investigación de la UFI 3 de Lomas de Zamora y según comentó Fernández quedaría en libertad en las “próximas horas”.