Después de la celebración del 25 de Mayo, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunciará un plan de créditos a la vivienda a largo plazo. Los préstamos serán canalizados a través del Banco Hipotecario, con fondos aportados por la Anses. Una de las premisas de las nuevas líneas es que sean accesibles a sectores de clase media que actualmente no califican para esos créditos. También ofrecerá montos de financiación, tasas y plazos sensiblemente más convenientes que los productos que existen hoy en el mercado, según dijeron a Página/12 en despachos oficiales. El modelo en carpeta hasta el momento señala que los préstamos llegarán a 300 mil pesos, a devolver en 20 años, con tasa fija en torno del 14 o 15 por ciento anual y con un ingreso mínimo familiar de 4000 pesos mensuales. Habrá préstamos para la construcción y para la compra de inmuebles, apuntando especialmente a quienes buscan acceder a la casa propia. El Gobierno pretende duplicar la colocación de créditos hipotecarios respecto del nivel actual.

El Ejecutivo apuró las gestiones para que el público pueda iniciar los trámites para tomar los préstamos en junio, antes de las elecciones. La decisión de avanzar con financiación flexible para la vivienda fue tomada hace más de dos meses, como informó este diario oportunamente. Se resolvió al mismo tiempo que empezaron los planes de promoción del consumo interno para amortiguar el impacto de la crisis internacional. El objetivo también es apuntalar la actividad económica, en este caso de la construcción, así como dinamizar el mercado inmobiliario y dar respuesta a una de las mayores demandas de sectores que aspiran a acceder a la casa propia. Sin embargo, desde aquella decisión hasta este momento el Gobierno tuvo que resolver primero cuál sería su política en relación al Banco Hipotecario.

La entidad fue privatizada en los ’90. Si bien el Estado conserva el 64,46 por ciento de las acciones, la conducción de la entidad está en manos del grupo IRSA, que detenta el 35,54 por ciento del capital. En este tiempo, el Gobierno analizó cuál sería la mejor vía para contar con una herramienta potente de reactivación del crédito. Se pensó tanto en reestatizar el banco, comprando las acciones de Irsa, como en generar una agencia paralela estatal de préstamos para la vivienda financiada por la Anses. Finalmente, se optó por negociar con el grupo privado que comanda Eduardo Elsztain una salida intermedia: el Estado tendrá mayor injerencia en el manejo del banco y aumentará su participación en el directorio. El management seguirá formalmente a cargo de IRSA, pero en consulta permanente con las autoridades políticas.

Ese acuerdo quedó plasmado ayer con el nombramiento de Amado Boudou, titular de la Anses, como director del Banco Hipotecario. Fue en una asamblea de accionistas que también aprobó el ingreso del economista Mario Blejer. Ambos serán directores por la Clase D, que les da derecho al triple voto como a los representantes de IRSA. El Estado, además, tiene otros dos directores, Diego Bossio y Marcelo Cufré, con voto simple, quienes ingresaron al banco recientemente. El directorio sigue dominado por el grupo privado, aunque en la práctica las decisiones serán consensuadas.

“Esta es una apuesta muy fuerte a una sinergia entre el sector público y el privado”, destacó Boudou luego de participar en la asamblea de accionistas. Su desembarco se formalizará en una reunión de directorio. “El Hipotecario es uno de los bancos más importantes de plaza, con foco en los préstamos para la vivienda. Tiene un management privado muy importante, muy eficiente”, concedió. Luego explicó que la sinergia entre lo público y lo privado se expresará, por ejemplo, en el impulso que da el Gobierno a la nueva línea de créditos hipotecarios. “Tenemos la instrucción de la Presidenta de definir rápidamente un plan de préstamos para la vivienda a largo plazo”, reveló.

El diseño definitivo de los créditos se resolverá esta semana, para que el directorio del Hipotecario lo apruebe la próxima. Hasta ahora, el plan consiste en préstamos de hasta 300 mil pesos, con tasa fija al 14 o 5 por ciento anual, a 20 años, y con ingresos del grupo familiar de 4000 pesos mensuales. El Hipotecario ofrece actualmente créditos a tasa fija, pero son a 10 años, con un interés del 25 por ciento anual y con un tope de financiación de 150.000 pesos. El fondeo para flexibilizar tanto las condiciones será aportado por la Anses. El organismo previsional comprará cédulas hipotecarias que emitirá el banco. En una primera instancia, serían 1000 millones de pesos. Además, la entidad ofrecerá esas mismas cédulas a inversores privados, tanto en pesos como en dólares. Se convocará incluso a pequeños inversores, con aportes a partir de 1000 pesos. El Hipotecario viene con un ritmo de colocación anual de préstamos que ronda los 7000. El Gobierno pretende por lo menos duplicar esa cifra.