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En los primeros meses de 2003 se realizará el juicio por la violación seguida de muerte de la maestra Fabiana Gandiaga, ocurrida el 20 de octubre de 2001. En la causa penal tres hombres estarán sentados en el banquillo de los acusados, pero antes podría iniciarse un juicio civil por daños y perjuicios en el cual los cañones estarán centrados en el club Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires, en cuyo predio se produjo el hecho. La respuesta a un pedido de informes presentado por la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires dejó al desnudo graves problemas de señalización en el interior del edificio, en pleno centro de la Capital Federal, situación que hizo que Gandiaga se perdiera y quedara a merced de quienes la asesinaron. Pero lo que más llama la atención es que una parte del edificio ni siquiera estaría legalmente habilitada, ya que nunca se actualizó el permiso original del año 1958.
Por la gran cantidad de irregularidades encontradas a partir del pedido de informes, una declaración del defensor adjunto del Pueblo de la Ciudad Gustavo Lesbegueris se preguntó “¿cómo es posible que con tantas anomalías constatadas y verificadas por distintos organismos competentes no se haya obligado al club a regularizar la situación”. Todo lo que se ha podido constatar, según la Defensoría, constituye “una evidencia de la compleja e intrincada red de complicidades a nivel público y privado que muchas veces pone en peligro la integridad física de las personas y que debe ser desmantelada a fin de evitar nuevos y lamentables episodios”.
En la causa penal están detenidos por la violación seguida de muerte los ex empleados de limpieza del club Fernando Antúnez, Carlos Vallejo y Miguel López. El auto de prisión preventiva dice que Fabiana Gandiaga y una amiga suya, Adriana Caniglia, tuvieron que hacer “una peregrinación por las instalaciones del club” para llegar al salón denominado “Danesa”, ubicado en el sexto piso del sector correspondiente al edificio, que tiene entrada por Bartolomé Mitre 1165. Habían ido al lugar para acompañar a sus hijos, que participaban de un torneo de taekwondo. Gandiaga, que con su amiga habían entrado por el edificio anexo, de Perón 1154, salió después a comprar una gaseosa, se perdió por la falta de señalización y fue sorprendida y atacada por los tres imputados.
“El club Geba tiene responsabilidad civil porque era el organizador del evento y sus instalaciones tenían carencias que provocaron lo ocurrido, porque si Fabiana no se hubiera perdido, nunca la hubieran asesinado”, dijo a Página/12 Juan José Devalle, abogado de la familia Gandiaga. Los informes obtenidos mediante la intervención de la Defensoría del Pueblo determinaron la existencia de irregularidades “en relación a lo dispuesto por los Códigos de Verificaciones y Habilitaciones y de Edificación vigentes, que evidenciarían falta de control por parte de la Administración”. Estas son algunas de las irregularidades:
- No obran planos de habilitación y ninguna otra documentación que acredite esa situación ante la ex Dirección General de Verificaciones y Habilitaciones en el caso del edificio de la calle Mitre. Sólo se encontró la habilitación original de 1958.
- Está en trámite la clausura del natatorio ubicado en el séptimo piso, por encontrarse afectadas sus condiciones de seguridad.
- No hay flechas indicadoras de salida en los pisos 2º a 9º del edificio de Bartolomé Mitre, y en los pisos 1º a 6º del edificio de Perón. Tampoco hay en planta baja y los pisos 2º y 9º del edificio medio.
- No se han presentado planos de instalación contra incendios.
- Faltan luces en muchos sectores.
- Se verificaron obras en la entrada por Bartolomé Mitre que no cuentan ni con letrero ni con permiso de obra.
- No hay constancias del pedido de habilitación de ninguna instalación eléctrica, mecánica, calderas o ascensores de reciente data. El inmueble, en su conjunto, cuenta con seis ascensores y un montacargas.
- Desde julio de 2000 la empresa conservadora a cargo del mantenimiento de las instalaciones deslindó toda responsabilidad en lo que pudiera ocurrir. No está verificado el reemplazo por otra empresa.
En el juicio civil, los abogados de la familia y del club no han llegado todavía a ningún acuerdo y es inminente la presentación de una demanda judicial que se estima será millonaria. Las deficiencias que hicieron que Fabiana se perdiera dentro del edificio fueron verificadas por dos arquitectas que también se perdieron.