El hombre, un anciano de 88 años, antisemita y racista, entró armado al Museo del Holocausto, en Washington, y abrió fuego. El octogenario, ex integrante de grupos que propugnan la supremacía blanca, mató a un guardia de seguridad y, luego de un enfrentamiento con la policía, resultó gravemente herido. El tiroteo se produjo pocos días después de que el presidente norteamericano, Barack Obama, visitara Medio Oriente y presionara a Israel para detener los asentamientos judíos en los territorios palestinos ocupados y, también, rindiera homenaje a las víctimas de la Shoá al visitar un ex campo de concentración alemán. Tanto Obama como la Embajada de Israel en la capital estadounidense condenaron el ataque.

Ayer al mediodía, a menos de 500 metros de la Casa Blanca, James Von Brunn de 88 años, antisemita y ex integrante de grupos que propugnan la supremacía blanca, ingresó al edificio del Museo del Holocausto portando “un arma larga”, relató el sargento David Schlosser, portavoz de la policía. El agresor “entró al museo y tiró sobre uno de los agentes de seguridad. Ese agente y el tirador resultaron con heridas de bala”, agregó el sargento Schlosser. Inmediatamente después, otros “dos policías tuvieron que responder a los disparos cuando el hombre continuó disparando”, explicó.

Tanto el agente herido como el tirador fueron llevados al hospital George Washington, donde tres horas más tarde el agente murió, según el portavoz de la policía. Schlosser precisó además que “el tirador sigue en estado crítico”. Mientras, una tercera persona recibió heridas leves, probablemente por esquirlas de vidrio, y no necesitó ser hospitalizada.

Pese a que los motivos que llevaron al anciano a abrir fuego en ese lugar aún permanecen en investigación, se sabe que Von Brunn, residente en Maryland (este de Estados Unidos), tiene antecedentes policiales por posesión de armas de fuego. El incidente sembró el pánico en el corazón de la capital estadounidense, según relataron los testigos.

Horas después, el presidente Obama dijo estar “impresionado y entristecido” por el ataque. “Este acto indignante nos recuerda que debemos permanecer vigilantes frente al antisemitismo y los prejuicios en todas sus formas”, afirmó el presidente norteamericano en un comunicado difundido por la Casa Blanca. Obama también expresó sus condolencias a la familia del agente de seguridad fallecido. El tiroteo, de hecho, se produjo pocos días después de que Obama visitara Medio Oriente y presionara a Israel para detener los asentamientos judíos en los territorios palestinos ocupados, y de que rindiera un homenaje a las víctimas del Holocausto al visitar un ex campo de concentración alemán.

La Embajada de Israel en Washington también condenó el ataque. “Estamos conmovidos por el incidente a tiros de hoy (por ayer) en el Museo del Holocausto en Washington. La Embajada de Israel condena este ataque y sigue de cerca la situación”, se indicó en un comunicado.