“Estoy detenido por ser El Gordo Valor. Pero ese día yo era víctima de un robo y venía secuestrado por un delincuente.” Así, el mítico asaltante intentó despegarse del delito que se le imputa, durante su declaración ante la fiscal de Malvinas Argentinas, Valeria Alvarez.

Ayer, Valor declaró, por primera vez, y aseguró que el día que la policía lo detuvo tras una persecución y un tiroteo, dentro de un country, en la localidad bonaerense de Pablo Nogués, “había sido tomado de rehén en su propio auto por un delincuente que lo tenía amenazado”. Por su parte, Fernando Vargas, abogado del detenido, dijo: “Valor contó que fue abordado por dos autos, uno que se le puso adelante y parecía un Fiat Palio y otro por detrás que sería un Renault Clio bordó”. Durante cuatro horas de indagatoria en la fiscalía de Los Polvorines, Valor explicó que “el 31 de julio venía manejando el Peugeot 206 que está a nombre de su esposa y fue interceptado por delincuentes a unas 10 cuadras de Panamericana y Henry Ford, en General Pacheco”. De sus declaraciones surgió que del Palio bajaron dos hombres que le exigieron la entrega del auto, a lo que el ladrón de bancos se negó categóricamente. “El auto no lo entrego, es de la familia”, recordó. Por último, sobre el episodio, Vargas se preguntó: “Le toca a todo el mundo; asaltan a políticos y a famosos como Roberto Piazza el otro día, ¿por qué no le va a tocar al Gordo Valor?”.