La casa que alquilaban en Villa Gesell los cuatro jóvenes arrestados en la madrugada del lunes pasado bajo sospecha de haber asaltado a turistas fue allanada ayer. Allí, la policía encontró la misma sustancia que los sospechosos guardaban en el baúl del auto cuando los detuvieron a la salida del boliche Pueblo Límite: brolanfetamina, también conocida como DOB. La droga, según explicaron dos especialistas a este diario, pertenece a la familia de los estimulantes y su aparición en Argentina podría deberse a la temporada de vacaciones, cuando los dealers tratan de instalar algunas de sus nuevas mercancías.

En el operativo a cargo del fiscal Cristian Centurión, los agentes de la Subdelegación de Investigaciones de Villa Gesell encontraron, además de las dosis de DOB, varios objetos robados que probarían los dos asaltos cometidos contra un grupo de turistas tucumanos y otro de cordobesas. También se sumó a la lista de posibles víctimas un diputado provincial de Mendoza (no trascendió su nombre), quien se comunicó con la policía porque reconoció por televisión su celular y el de su esposa, entre otros objetos que les robaron recientemente. También había dos máscaras de Los Simpson que habrían usado para camuflarse durante los asaltos.

Los jóvenes, de entre 18 y 25 años y oriundos del barrio de Colegiales, se alojaban en una cabaña del apart hotel Villa Ekerman, que cuesta quinientos pesos por día. Las dosis de DOB que presuntamente vendían cuestan entre 200 y 300 pesos (había 85 cápsulas en el baúl del Citroën C3, además de tres armas). Ayer los acusados se negaron a declarar y el fiscal adelantó que desdoblará el expediente: por un lado se quedará con la causa de los robos y, por otro, abrirá un nuevo expediente por la comercialización de DOB.

“Los dealers equilibran la venta de drogas baratas con la venta de drogas caras como éstas. Es un producto para la clase media alta que busca distinguirse del resto”, señaló el sociólogo Alberto Calabrese, integrante de la Comisión Coordinadora de Política de Drogas, que asesora al gobierno nacional. Para este especialista, se trata de una “oferta especial” para el verano que busca marcar una tendencia con el DOB. “Puede que tenga éxito o que quede trunca, quienes venden estas sustancias no suelen estar establecidos en el mercado y muchas veces son oportunistas”, aclaró.

Según la toxicóloga Mónica Nápoli, las complicaciones médicas de esta droga son: “Excitación psicomotriz, aumento de la frecuencia cardíaca, arritmias, hipertensión arterial, sequedad de la mucosa de la boca y diarrea”. Por su parte, Calabrese detalló que “cuanto más fuerte es el estimulante mayor es la caída después de usarlo, es decir, mayor es la confusión y depresión que provocan”.

La creación del DOB, iniciales que en inglés significan “día de nacimiento (date of birth)”, es atribuida al padre del éxtasis, el científico californiano Alexander Shulgin. Se trata de una feniletilamina diseñada a partir de las estructuras químicas de la mezcalina y la anfetamina y comenzó a utilizarse en Estados Unidos a fines de los años ’60. Puede causar alucinaciones dependiendo de la dosis (la máxima es de 3 miligramos) y su efecto dura entre 18 y 30 horas, aunque recién comienza a sentirse dos horas después de ser ingerida.

Su abuso puede provocar crisis de pánico. “El problema de esta sustancia es que no es fácil de dosificar –advirtió Calabrese–; si alguien está decidido a probarla, conviene que hable con quienes la hayan probado antes. Al momento de consumirla debería estar acompañado por alguien que no haya consumido, por si ocurre una emergencia. Es uno de los grandes problemas: la gente consume sin estar informada y se arriesga demasiado.”